sábado, 28 de diciembre de 2013

Feliz 2014

Y en este último viernes del año sólo me queda esperar que, el próximo sea un año lleno de felicidad y humanidad.

Que entre todos logremos ese mundo sin perros abandonados y maltratados que tanto deseamos.

Que Circe, Fido, Daisy, Firulais o como se llamen sus perros aprendan que los cables no se muerden y que tampoco deben romper los muebles.

Que nosotros los humanos aprendamos a entenderlos y a atenderlos mejor.

Que al menos donemos una castración, porque así evitaremos el sufrimiento de miles de vidas a lo largo de los años.

Que logremos que otro humano aprenda de nosotros un buen trato a sus perros y que conozca de los muchos que necesitan de un hogar.

Que sepan todos que nuestros perros son nuestra familia y que los amamos y respetamos.


Sonriamos e inspiremos sin miedos y sin prejuicios. 

Sean felices, hagan feliz a su perro y colaboren con un perro sin hogar.


Espero hayan tenido una ¡Feliz Navidad!

Rk, Gecko, Keyla, Nova, Circe y yo les deseamos:

¡Próspero Año Nuevo 2014!

Hasta el próximo año,

Nova A.S.G.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Santa Claus canino



¡Huy! Esta historia la recordé por tanto forzarme a darles una anécdota que fuera con la época.  

Era la primera Navidad que vivía Consentida.  Mi pobre perra seguro la había pasado mal la Noche Buena porque los humanos nos habíamos ido a casa de mis tíos, y Cony le tenía terror a las coheterías según lo que notamos durante esos días. Yo era una niña y mi opinión de quedarme en casa con ella no fue aceptada.  
Regresar a mi casa junto a Consentida esa madrugada fue lo mejor de la celebración, al verla recordé lo que le tenía preparado para el día siguiente, un bello envoltorio con gran moña que cubría los dulces que  desde días antes yo le había comprado. Ni mi mamá, ni mi abuelita notaron cuando coloqué el regalo; y sin objeciones de nadie — seguramente por ser Noche Buena — mi bella Consuelo durmió a mi lado, ambas satisfechas de que nos teníamos una a la otra.

Como todo niño, desperté temprano el 25 y con Cony corrimos hacia el árbol. Yo sabía que mi “Santa” me había entregado mis regalos la noche anterior, pero me emocionaba ver la reacción canina.
Busque, le dije enseñándole el árbol, ella siempre dispuesta olfateó hasta encontrar el paquete, me lo enseñó pero no se animó a agarrarlo.  Lo tomé y se lo ofrecí zarandeándolo para que decidiera quitarlo de mi mano.  Cuando vio que en el juego  era permitido romperlo, inquieta y ansiosa rompió el papel con las garras. Los dulces no eran muchos pero si lo suficiente para que se regaran en el suelo, entonces comencé a desenvolverlos y empezamos a comerlos entre las dos.  A mi edad no sabía que el azúcar y ese tipo de golosinas eran dañinos para los perros, y lo supe cuando nos encontraron en mi travesura.   Recuerdo la cara de mi abuelita regañándome, pero yo estaba feliz porque Santa Claus canino le había dado un obsequio a Consentida.  
Ese fue el primer regalo de Navidad que le di a uno de mis peludos y desde entonces lo hago, sólo que los siguientes ya fueron golosinas especiales para perros, para no enfermarlos.

 Desde nuestro hogar,  Circe, Gecko, Keyla, Nova, RK y yo les deseamos a todos:
 ¡Feliz Navidad!
Celebren en armonía y responsabilidad junto a sus familias, incluidas sus mascotas y cuidado con las travesuras, como la mía. Compartan y colaboren, en especial con quienes lo necesitan y no olviden agregar en esta lista a un perro sin hogar.  
Hasta la próxima, Nova A.S.G.


viernes, 13 de diciembre de 2013

La mejor medicina

El lunes mis hijos caninos, los Cockercitos, cumplirán ocho años.  Yo aún los veo como cachorros aunque en sus ojos se nota la sabiduría que han obtenido de la vida.  Así es con los hijos, veo a mi madre mirarme como en mis primeros recuerdos y yo lo hago igual con mis perritos.  Siempre serán mis cachorros. Aunque adultos,  no puedo evitar recordarlos como en sus primeros meses, cuando mis pequeños Cuachuchitos crecían y descubrían el mundo a su manera.

Desde que nacieron hay un momento que, cuando armamos el árbol, se me viene a la mente. Era la última semana de enero y aún no habíamos quitado el árbol de Navidad.  Podría  tratar de engañarlos diciendo que fue por tanto trabajo inesperado,  atender a Skippy que estaba convaleciente de una fuerte enfermedad, cuidar a Greka por su depresión que no fue diagnosticada sino hasta después de su muerte y criar a los cinco peludos terremotos, porque no tenían madre canina que lo hiciera; pero no, la decoración navideña estaba para quitar la pesadez a los días de un Año Nuevo.   Era como exprimir la poca esencia navideña que quedaba en los adornos y las pascuas aún con flores. 

Hacía unos pocos minutos que había visto a los cachorros corretear en el jardín cargando peluches que eran más grandes que ellos y mordisqueando a Musa cuando pasaba cerca.   Vi el árbol y sabiendo que el fin de semana que se acercaba sería la despedida de este, me senté en el piso para observar cada detalle, recordando que lo armamos antes que los Cockercitos nacieran.   Pensé en todas las ideas que tenía cuando colocamos los adornos, me dio nostalgia que a pesar de tener a mis chiquitos, Greka estaba muy enferma.   Recordé que todavía llevamos a Skippy a ver las luces en la calle y que estando convaleciente  se emocionó al verlas.   Parecía que había sido mucho tiempo atrás, que cada día fueron semanas, pero sólo eran menos de dos meses los que me separaban del recuerdo y del presente.  Estaba absorta en mis penas y reflexiones, cuando las ramas del árbol se sacudieron con fuerza. ¡Fue un gran susto el que me llevé! por el inesperado e inexplicable movimiento y sin tiempo de razonar un porqué, los cachorritos salieron de abajo del árbol abalanzándose sobre mí para lamerme y mordisquear mis piernas.   Verme en el suelo era señal de conquista y nunca desaprovechaban una oportunidad.    ¡Mi día cambió! la tristeza se fue ante las risas y caricias que me dieron mis peluditos traviesos, a los que aún podía cargar en una mano.

Ellos son la mejor medicina ante cualquier dolencia, pero ahora debo tener cuidado porque, aunque crecieron siguen tirándose sobre mí, además Circe los copia y ella pesa por dos.  
¡Imagínense lo que pasé una vez que me operaron y los chiquitos decidieron aliviarme!

Hagan el bien, sean felices junto a sus perros  y ayuden a una mascota sin hogar.

Hasta la próxima
Nova A.S.G.

viernes, 6 de diciembre de 2013

No no novidad

En la radio se escuchan ya las melodías propias de la temporada, anuncios que nos invitan a comprar lo que no sabíamos que necesitábamos.  En las calles las vitrinas están listas vestidas de luces, más de lo usual.  Y en algunas casas también las decoraciones han aparecido al igual que las macetas de pascuas y de las que cada año hay más variedad.
Sí, me contagio rápido y aunque no pasara afuera de todas formas decoraría Navideñamente (si no existe la palabra, hagan de cuenta que la inventé) mi hogar.

Los Cockercitos están acostumbrados y como siempre acompañan con algarabía, al momento de armar el árbol, están atentos para  indicar en dónde cayó la bombita o cualquier otro adorno;  De cuando en cuando se acuestan en los sillones para observarnos a Rk y a mí mientras disponemos de las decoraciones.   Luego se levantan impetuosamente en cuanto nos ven con otra caja, para curiosear qué es lo que hay dentro de ella, y con la nariz mueven las cosas, buscando no sé qué.
Nova siempre atenta a cual adorno se coloca en tal lugar. Keyla, suspira y cuando cree que no la vemos camina bajo las ramas cepillándose el lomo. Los tres ponen cara romántica al ver las luces colocadas y prendidas. Pero Gecko parece que es quien más disfruta al mirarlas.  Se queda absorto por largos ratos, se sienta a ver el árbol por minutos, como si estuviera esperando una respuesta o talvez me imita. 
Circe, en cambio, se ve sorprendida de diferente manera; parece que no encuentra el mismo sentido en la decoración como los otros, y por falta de costumbre o la edad no sabe que debe mantener la distancia.   Por eso creemos que ha comenzado a pensar que es la época de NO.

No se te ocurra morder esa pascua. No puedes agarrar ese adorno. ¡No, no, no debes morder el cable de las luces! ¡No Circe!  Cuando la regañamos vemos que entiende que no debe hacerlo, pero ¿se le olvida? ¿no le importa? ¿se distrae?
El año pasado no fue tan traviesa y hasta que decidimos adoptarla, la niña canina comenzó a hacer de las suyas, aunque admito que son contadas.

No es la primera perra que intenta hacerla de Grinch en mi casa.  Skippy también arremetió contra las luces ya colocadas en el árbol, Musa decidió cosechar las manzanas decorativas y hasta tuve un gato que se basó en catástrofes naturales y simuló un tornado en el nacimiento.

Las mascotas hacen travesuras de cuando en cuando, es parte de la gracia de tenerlas.  Nos sacan de la rutina y de la perfección, porque al final nada es perfecto. Recordarlo es relajante.
Pienso en las travesuras actuales y recuerdo la primera Navidad que pasó Circe con nosotros, apenas el año pasado. Jugó, corrió y estaba contenta de tener atención.  Al final de la noche se acostó bajo el árbol y se miraba como un bello regalo de la vida.

El siguiente año, no sé qué pasará, seguiré preocupándome por evitar que Circe se lastime y me deje sin luces o sólo recordaré la extraña fase por la que estas fechas de no no novidad está pasando, pero por el momento he de cuidar a mis caninos y a disfrutar sus ocurrencias.



Hasta la próxima
Nova A.S.G.

Pd. ¡Cuidado! La flor de pascua es tóxica para las mascotas. Más información sobre plantas y alimentos dañinos: http://www.guatepets.com/Consejos.htm
Y de nuevo está disponible el cuento de navidad en casa de rescatista: http://bit.ly/RdKyy5

sábado, 30 de noviembre de 2013

El poder del conocimiento

Terminaré el mes de noviembre, con el consejo que se debe difundir durante todos los meses en especial en diciembre, porque es cuando muchas personas desean dar un regalo especial y si les gustan las mascotas podrían decidirse en llevar una a casa y en lugar de collar, adornada con una moña.

No, no es mala idea tener una mascota, cuando todos están de acuerdo, en especial la persona que realizará todo el cuidado.  Lo usual es que sea para los niños, pero quien tendrá toda la responsabilidad de limpieza y gastos será un adulto, no necesariamente quien llevó al cachorro a la casa.   El “regalo” al final podría convertirse en una carga no deseable para el destinatario.
Tener un cachorro en casa, da alegrías inmensas, pero requiere compromiso, paciencia y aceptación, esto último porque cuando hagan travesuras no sólo se debe corregir (de manera adecuada) al perrito, sino aceptar que se perdió en los dientes la billetera o el carísimo cojín.  Si piensa: “bueno el perro se mantendrá todo el tiempo afuera”, entonces ¿para qué lo llevará?
Los cachorros crecen, comen y… bueno, hay que limpiar.  Luego al ser adultos comen mucho más, según el tamaño.   Además está el tema de las visitas veterinarias.  ¿Lo ha pensado bien? 

Al leerme, piense en mi como las imágenes de las conciencias en las caricaturas que aparecen en ambos hombros.  Porque sólo reflexionando en las razones por las que no se debe tener una mascota, estará seguro de que sí la desea o no.  Los perros son para toda nuestra vida (su amor siempre vive en nosotros), y duran muchos años. 

Lo decidió, y no desea esa responsabilidad o se ha dado cuenta de que a quien se lo daría no podrá. ¡Perfecto! ¡Aplausos!  Lo expreso con sinceridad, porque evitó un posible abandono en el futuro.  

Lo ha meditado y aún cree que es buena idea regalar una mascota.  Estimado lector, no puedo ver el futuro, ni leer los corazones de las personas.  Pero veo infinidad de perros anunciados en las asociaciones buscando un hogar, porque el cachorro creció, come mucho, es travieso, no tienen tiempo, no tienen espacio; la persona se mudará de casa y en el nuevo lugar no aceptan perros o es apartamento, se va a casar y al novio o novia no le gustan los animales, tendrá un bebé, se va de viaje.  En fin, estas y más “razones” he leído. De hecho, a veces me envían e-mails en los que me preguntan a dónde deben ir a dejar a los perros que ya no quieren o cuándo puedo pasar a recogerlos.  Y estos son sólo los datos de las personas que se tomaron el tiempo de buscar una solución a su “problema”, otros (imagino que la mayoría, porque muchos no saben que las organizaciones existen) sin importarles lo que le pase al perro, lo sacan a la calle.   
Puede que nada de esto suceda con su decisión, pero al final regalar una mascota es como apostar, unas veces se gana pero en otras ocasiones se pierde. Y en este caso se trata de una vida.

Sobre todo lo leído y pensado, usted sí quiere un perro.  Todos en casa en están de acuerdo.  Entonces se desea y se puede.  ¡Qué alegría, un perrito en casa!   Yo también quiero otro y eso que tengo cuatro, pero Circe come como tres, así que otro más no es opción para mí.
Veo las fotografías en las páginas de las asociaciones pro animalistas y los ojos de Petunia me hechizan, la encantadora Pibi y la sonrisa de Nachito me tientan a solicitar formularios, pero por el momento  no será.  Sin embargo, usted podría adoptar a uno de ellos o a otros porque hay variedad.   ¡Ese acto, sí es un regalo especial!

Claro que en las ventas de mascotas, hay tanto perrito y usted se dice: “le daré un hogar, no estará más detrás de esta jaula.”   Pero muy pocos saben de dónde provienen estos cachorritos, no desean saberlo y entonces por cada compra reproducen una y otra vez a la madre. Y para que sepa que no es historia urbana, o que estas cosas sólo pasan en otros países escribo el caso que se dio a conocer esta semana por Mascotas X Amor : Polita. 

Polita parecía una French Poodle, tal vez era otra raza no se notaba bien, lo que sí era visible era el maltrato en sus patitas por estar parada en una jaula toda su vida;  su cuerpo demostraba haber criado cachorros infinidad de veces. Cuando ya no les sirvió, la tiraron a la basura viva.  La rescataron y no sé cómo aún respiraba, porque en las condiciones en las que estaba no comprendo cómo su cuerpo se aferró a la vida.  Cosas de la naturaleza, que no está diseñada para morir porque no se supone que exista semejante maltrato e indiferencia.   Polita murió conociendo en sus últimas horas el cuidado que no recibió durante todos sus años.  Yo no pondré las fotos de Polita pero si desean verlas busquen en Facebook, Mascotas X Amor (https://www.facebook.com/AngelesPerrunosGuatemala), las publicaciones del 26 y 27 de noviembre 2013.  
Cree que su perrito proviene de un lugar diferente porque vio a la madre, no se confíe. Una hembra estará en buen estado para que usted la vea, a las madres las tienen en otro lado, porque si pudieran verse no atraerían a los clientes. Repito: vean a Polita.

Eso sí, tiene que saber que adoptar a un perro requiere un poco de tiempo, se llena un formulario que tiene que ser revisado por la asociación. Es por el bien de la mascota y el suyo. Un adoptante feliz, proporcionará una buena vida al adoptado.  Así que si piensa hacerlo, solicite el formulario a la asociación de su preferencia.  Estos canes están en hogares temporales en donde son tratados como parte de la familia.  Los educan y los cuidan mientras esperan.  Cuando uno es adoptado, pueden rescatar a otro.  Al adoptar a un perro, usted sin saberlo (bueno, ahora ya lo sabe) está ayudando a que uno más tenga la oportunidad de encontrar una familia

Como siempre, estos son consejos y reflexiones, de aquí en adelante depende de usted.  ¿Verdad que es más sencillo decidirse cuando no se conocen las razones y las consecuencias? Pero el conocimiento nos da el poder de actuar correctamente y así es como mejoramos nuestra sociedad y vivimos con la conciencia tranquila, al menos con este tema,  porque si no estaba pensando en perros se equivocó de blog.

Sean felices y hagan feliz a un perro sin hogar.
Hasta la próxima,
Nova A.S.G.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Pocos segundos

Las acciones de otros pueden hacer del día de uno el mejor o el peor, al igual que las acciones de uno afectan a otros.
Habiendo realizado mi trabajo, salí hoy a media mañana con Nova para llevarla a un tratamiento por sus problemas de piel.   Era un día soleado y me prometía felicidad por un par de actividades que tenía en mente al regresar a casa.  Como algunas otras veces, me equivoqué.

Por alguna razón, en el camino que recorría, el tránsito estaba pesado; no es usual a esa hora, y por eso fue una casualidad que lograra ver aún lejos de mí, al otro lado de la carretera, a un perrito colocho, pequeño y blanco corriendo en la orilla, en donde debería haber banqueta pero no la hay.  Corría desubicado y temeroso.   Avancé para estacionar y recoger al perro y  mientras lo hacía hice señas a los autos que venían en la otra vía para que se detuvieran.   Ver que el animalito se desvió hacia el medio de la calle justo cuando se acercaba un camión me paralizó, pero el perro volvió a la orilla.   Atrás del camión venía un pick up negro, grande y con lo vidrios polarizados de tal manera que no se miraba quién manejaba, pero seguí haciendo señas mientras me bajaba del auto.   No entiendo, por qué pasó lo que pasó.  El pick up paró por un segundo y el perro le quedó enfrente.   Y luego el pick up prosiguió la marcha haciendo rodar al canino por la parte de abajo del vehículo, lo vi levantarse aún abajo, el conductor paró de nuevo por un segundo, no entiendo qué pensó y decidió avanzar, esta vez sin detenerse y le pasó encima una llanta al perro.   Para ese momento los demás autos de ambas vías se habían detenido ante mi solicitud ya fuera del auto, sólo ese conductor decidió que la impaciencia por unos segundos valían más que la vida de un ser viviente.  

Corrí hacia el perrito, todavía lo escuché llorar y vi que del dolor se levantó en dos patas y se dejó caer en mis brazos que fueron los que lo recibieron cerca del asfalto.  Lo llevé a mi auto, lo coloqué en mis piernas para poder manejar y que Nova no lo molestara.  Increíblemente,  aún vivía y me dolió pensar en lo que él estaba sufriendo.   Otro auto se estacionó frente a mí y una joven fue a preguntarme si podía ayudar en algo, pensando que él estaba bien porque también lo vio pararse en dos patas. Yo no arranqué imaginando que eran quienes lo habían perdido, y ante el ofrecimiento acepté porque llevaba a Nova.   Sin embargo sólo era la intención de la joven y en lo que los pasajeros de ese auto decidían, para no perder más tiempo sólo confirmé con señas un “no” y tan rápido como era posible fui a la veterinaria, esperando que la Doctora estuviera.   No es lejos, no es cerca; eso depende de la necesidad, seis minutos no es mucho para llegar a donde uno quiere, pero son eternos en especial cuando se siente que una vida se va.  
La luz en sus ojos se apagó antes de que lográramos llegar.  Pude verlo y sentirlo, no hubo más dolor en él, sólo quedó el mío por ser testigo, por no comprender porqué el conductor que lo atropelló tomó esa decisión, por no poder hacer más.

Aún con esperanza, porque no lo sé todo y podría haberme equivocado (deseaba tanto estar equivocada), se lo di a la Doctora para que lo diagnosticara. Pero no había signos, ella tampoco podía hacer algo por el perro.   Había fallecido.

Tomé un par de fotografías por si alguien pregunta en los siguientes días por un perro similar por esa área (no las publicaré), y comencé a buscar en dónde enterrarlo.   Muy fuerte y estoica me habrán notado los que me vieron, así sé que me veo en estas situaciones pero por dentro me desarma saber que hoy fue un mal día por la decisión de otro.  Me entristece y lloro por la falta de humanidad que hay en algunas personas.  Si no se puede hacer un bien, al menos no se debe hacer una mala acción.   

Agradezco a la Doctora Alejandra por su atención y a Arlen que me dio un lugar para enterrarlo.   Y saben, agradezco también a los chóferes de camiones de volteo y buses extraurbanos que se detuvieron con educación y paciencia e impidieron el paso a otros mientras yo recogía al peludito

Pocos segundos de paciencia eran los que se necesitaban para que continuara la vida del perrito, el pequeño French Poodle  de quien  su historia tal vez nunca conoceré, sólo su final.


Amen, protejan a sus perros y ayuden a uno necesitado.

Hasta la próxima,
Nova A.S.G.


Pd.
Si ven a un perro corriendo temeroso, rescátenlo si les es posible.
Si ven a alguien corriendo a un perro, ayuden a que el can pueda ser rescatado. No es sencillo agarrarlos.  Pidan ayuda a otros transeúntes o conductores, no piensen en los que tal vez no deseen colaborar, déjese sorprender de quienes lo hacen.
Si ven a un perro cerca de su vehículo, deténgase y si no desea o puede ayudar al menos espere a verlo por el retrovisor a unos metros antes de proseguir.
Los perros no saben cuánto daño causa un auto, no tienen el concepto de atropello, en especial los que recién se han escapado de una casa.  Detenerse un par de segundos no hace que el perro razone cuál camino tomar o quitarse de enfrente de un auto.  
Piense que la mentalidad de un perro al encontrarse en lugares desconocidos y transitados es como la de un infante de dos o tres años. 
¿Sabían que, ante la ley, la ignorancia de un delito no es excusa? También tenemos que aprender que: la ignorancia no es excusa para la maldad y la falta moral.  
Y cuando tomen decisiones recuerden: No hagan lo que no desean que les hagan. 

sábado, 16 de noviembre de 2013

Comentemos y mejoremos la vida de un perro

Hace unos días me encontré con un vecino quien recientemente compró a un perro.  Sí, como lo leen, no adoptó; pero no lo conozco más que de vista y el pequeño Shnauzer fue el que me llamó la atención como para entablar conversación. El acercamiento no fue sólo por acariciar al cachorro, era para evaluar su responsabilidad y ofrecer consejos si acaso los deseaba y necesitaba.
Tal como lo había imaginado, nunca antes tuvo un perro.  Para mi esto es increíble, pero entiendo que hay familias que no las tienen y prefiero que sean así en lugar de que los tengan un par de meses para luego abandonarlos.   Y entre plática y plática aprendí lo mucho que no saben las personas que no han convivido con una mascota.   Así que hoy más que una anécdota propongo que la siguiente información sea difundida entre sus amigos.
  • Los perros viven entre 12 hasta 18 años (a veces más, he conocido casos), depende de la razas que lleven en su sangre.  Entre más grandes, viven menos.  Los más pequeños viven más.
  • Todos los cachorros son como infantes de uno o dos años, que ya pueden caminar y todo es curiosidad.  Necesitan juguetes y hacen travesuras, muchas, en especial si se les deja solos por mucho tiempo y no se les ejercita.  Esta etapa dura a veces hasta dos años (humanos).
  • Los cachorros cambian dientes también, se los dije, son infantes (mi vecino no lo sabía, al igual que todo lo demás).
  • Las cebollas (la planta de la pata, así les llamamos en Guatemala) pueden sufrir quemaduras al caminar en lugares calientes como playas y asfalto.
  • Los perros, según su raza, tienen ciertas características propias.  Por ejemplo, la mayoría de los Beagles aúllan, la minoría es la que no lo hace.  A los Huskies les gusta correr, muchos dicen que son escapistas, pero la verdad es que si no se les ejercita, en la primera oportunidad que tengan harán lo que ellos creen que deben hacer: correr. 
  • Cualquier perro es tan dulce o agresivo como su protector le enseñe.  Pero algunos machos pueden ser territoriales y marcadores, esto se disminuye y hasta se elimina con la castración.  Al realizarla el perro demostrará más su personalidad ya que no tienen hormonas que los dominen.
  • Protector es el término que se desea difundir para reemplazar a la palabra dueño o amo (refiriéndose a tenencia de mascotas).
  • Los perros también pueden sufrir de alergias a comida o ambiente, no necesariamente tiene que pasar estornudando sino puede afectar la piel o sistema digestivo.
  • Son muy fuertes, así que verlos decaídos, inapetentes y/o echados por mucho tiempo indica que están muy enfermos.
  • Aunque a veces les recetan medicamentos humanos, no todos son buenos para los perros, los veterinarios saben cuáles y las dosis.  Igual con la comida, muchos alimentos humanos pueden ser dañinos como el chocolate y  la cebolla.  Pueden buscar cuáles son ¡Existe el Internet! Claro en páginas confiables.
  • Los perros sienten. Sienten dolor, frío y hambre.  Son seres vivientes.  Esto es necesario decirlo porque, créanme, sé de personas que se ríen cuando se habla de ayudar a un perro.
  • Está demás decir que aman y les gusta que los amen.
  • Hay más de 20 asociaciones pro animalistas en Guatemala.  En los buscadores se pone la frase: Asociación pro animales en (el país que deseen) y más de alguna les saldrá.  Además de jornadas de castración y adopción también ayudan a difundir cuando una mascota es extraviada o encontrada por otras personas.  En una población pocas personas saben que existen, por eso es ideal comentarlo.

Hay muchos detalles que quienes hemos tenido perros conocemos, pero debemos recordar que no todos han convivido con uno, y por amor a los canes para que tengan mejores vidas debemos comentar de cuando en cuando estas realidades y si se acuerdan de otras también.  De hecho pueden ir agregándolas a los comentarios (información positiva es bien recibida).


Feliz fin de semana, hagan feliz a su perro, comenten para que otro sea feliz y colaboren con un perro sin hogar.

Hasta la próxima
Nova A.S.G.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Historia fotográfica de Circe II


Si entró a este título y no sabe el porqué de las fotos puede visualizar la primera parte en este enlace: Historia fotográfica de Circe I.

Como habrán notado me tomé ciertas libertades al imaginar los pensamientos de Circe, pero esa es la ventaja de ser la creadora del blog.  
 
En cada fotografía se ve el cambio físico de Circe, no es que fuera fea como he escuchado que algunas personas se refieren a los perros que viven en la calle, y su problema de piel no había avanzado aún como para que se notara a simple vista, es sólo que ahora ella vive tranquila, cuidada y amada. 
Cuando me preguntan acerca de la raza o cómo es la perra adoptada, les digo que ella es como la mayoría de los perros que pueden ver esperando comida en carretas de comida, cerca de los mercados, o en las paradas de bus.  Circe es así, pelo corto, tamaño mediano y color amarillo.  Me ven extrañados por la descripción tan simple que doy y luego les muestro una foto de antes y otra de ahora y entonces saben a lo que me refiero, sé que  algunas personas no entienden el ejemplo visual, pero otras han cambiado la forma en que visualizan al perro que ven en la esquina de su casa.  De eso se trata, que conozcan la belleza que tienen todos los perros sin importar raza o dónde están. 


Espero también les guste la 2da parte de la historia y compártanla para que muchos más aprendan a  apreciar a los caninos que se encuentran en su camino.
 
 












 

Amen a sus perros y ayuden a uno sin hogar
Hasta la próxima Nova A.S.G.
 

sábado, 2 de noviembre de 2013

Historia fotográfica de Circe I

 
Realicé esta historia hace unos meses, con algunas de  las fotografías que he le tomado. Mi deseo era compartirla por este medio cuando ella cumpliera un año de vivir con nosotros y, aunque la compartí en el perfil de Guateperros, el tiempo se me fue de las manos y no lo hice en el blog, hasta ahora.
 
Mi idea fue realizarla desde el punto de vista de Circe, adivinando sus pensamientos, creando su voz relatando esos momentos que la han transformado de ser una perra que vivía en la calle a ser una mimada con hogar.   Nadie sabrá, hasta que se haga un traductor canino-humano, en realidad que pensó; pero no se puede negar que sintió hambre y frío antes de su rescate.  Un probable miedo (desconfianza o incertidumbre al menos) ante las personas desconocidas que la agarraron el día que la recogimos y curiosidad del porqué lo hicimos.   Qué creo que piensa ahora, que ella ha sido de la familia desde siempre y por eso  sé que mis deseos de bienestar para otros “callejeros” son los mismos que ella tiene.  
 
Aquí está la primera parte y si me es posible la otra semana tendrán la otra.  Espero les guste. 

 












 
 
Continuará...
 
Amen a sus perros y ayuden a uno sin hogar.
Hasta la próxima Nova A.S.G.

viernes, 25 de octubre de 2013

Un líder encantador en Guatemala

El tiempo ha transcurrido normal, pero lo he sentido más rápido, como si ya no fueran 24 horas las que nos separa de un día a otro, o talvez no sean más 60 minutos los que las forman.   Por ejemplo, en junio nos enteramos que César Millán haría una presentación en Guatemala.   La fecha no estaba confirmada, pero no importó, nos quedamos a la expectativa. Con las semanas supimos la fecha y el valor de las entradas.    Entonces fue momento de tomar una decisión, comprar o no comprar, ir o no ir.
 
Y en un cerrar y abrir de ojos la fecha se acerca. En una semana, el 2 de noviembre, será la tan esperada función del hombre que, es admirado por los que amamos y convivimos con perros y hasta de quienes no tienen un can, el señor César Millán.  
Cuántos no quisiéramos que nuestro perro fuera evaluado y entrenado por él, aunque sabemos que al final los humanos somos la causa de la conducta de nuestra mascota canina y somos quienes debemos cambiar, procedimientos y ante todo demostrar seguridad al comunicarnos con los peludos (refiriéndome a perros).  Al aplicar su método, que nunca ha sido un secreto, no sólo mejoramos la actitud de nuestros canes sino la nuestra y la percepción por parte de otras personas hacia nosotros.  
 
En los programas hemos observado a mascotas que cambian en cuestión de horas, otras llevan más tiempo, pero media vez hay un trabajo constante se logra ver un efecto positivo.   Las escenas de antes y después impresionan, hasta el punto que se pensaría que cambiaron al perro.  Pero, creo yo, que más importante que esos resultados en dónde los perros son “encantados” en el primer encuentro, es el hecho de ver a César agredido por un perro; no por malicia, sino porque nos muestra que también hay casos difíciles y que el protagonista del programa no tiene un amuleto mágico.   Y en esos casos, nos enseña a no ser victimas del miedo, porque el show debe continuar, así como nosotros debemos perseverar en mejorar la convivencia que tenemos con nuestros canes.
 
Calma y asertividad, son las palabras claves.
En la página Cesar's Way, encontrarán el glosario de términos del método de Cesar que nos ayudarán a ponerlas en práctica:
http://www.cesarsway.com/espanol/Glosario-de-Terminos
 
 
Hagan feliz a su perro y ayuden a un perro sin hogar.
Hasta la próxima
Nova A.S.G.
 
Pd:  La otra semana, nada de dulces a nuestras mascotas, tampoco fiambre ni siquiera las verduras de este.   No se dejen convencer de esos grandes ojos manipuladores.  Por la salud de sus perros y la tranquilidad en su hogar.  Evite una visita al Veterinario por emergencia.

viernes, 18 de octubre de 2013

Poly Poly

Siempre bello Poly Poly.
Hace más de tres años escribí el tema: Que no le gustaban.  Era sobre mi amiga Kh que decía eso sobre los perros y con el tiempo aprendió que se mentía a sí misma.
En estos últimos años compartió su vida con Poly, un bello French Poodle color negro que llegó a su hogar siendo joven adulto y con una salud sicológica cuestionable.  Agresivo por nervios al punto que le daban ataques epilépticos.  Pasaron un par de años antes de que el perro se estabilizara emocionalmente y se dejara convertir en un perro mimado.
Poly en su adultez y vejez, a pesar de su salud inicial fue un perro sano, claro con achaques propios de la edad, que fueron disminuidos por los medicamentos y el alimento adecuado.   

La primera semana de este mes fui a visitar a mi amiga —un hecho poco usual de mi parte—.   Ella estaba preocupada. Desde hacía un tiempo a Poly le costaba caminar en el piso porque se resbalaba, y no tenía mucho equilibrio para mantenerse parado.  Ya no miraba y creo que casi no escuchaba.  Sin embargo aún tenía un gran sentido del olfato y buen apetito.   Kh sabía que su perrito pronto partiría y no había nada por hacer.   Entendí su miedo y dolor, pero también le recordé que él era un perro feliz y amado.  Sus dolencias eran las que todo ser viviente anciano siente y que en esos momentos solo nos queda dar lo mejor de nosotros y aprovechar los abrazos y besos que se pueden brindar. 
Acaricié a Poly Poly (como le decía yo), con el respeto que solicitó desde siempre por su personalidad y más por su edad.   Vi su piel suave y frágil cubierta por el delicado pelaje blanco, esas canitas escondidas entre sus colochos grisáceos; y me causó ternura observar cómo el tiempo trata a todos por igual.   Me dio tristeza pensar que esa podría ser la última vez que lo miraba, por su edad y mis pocas visitas; también pensé en Kh, en el pesar que le vendría al perder a su único hijo canino.  

No imaginé que el día que uno no desea llegara tan pronto. El lunes siguiente siete de octubre, con la recomendación del Veterinario, Kh tuvo que tomar la decisión de dormir a Poly.  Ese fin de semana fue el decisivo, su cuerpo había dado todo lo que podía y para evitar el sufrimiento en los posibles tres días que le quedaban, por amor a él lo dejó partir.   Poly murió meses después de cumplir 17 años.

Cuando uno ama a su perro, no existe el consuelo: vivió mucho tiempo.   Siempre se deseará más. La pérdida es total, no hay reemplazo.  Habrá otro amor pero no el mismo y es por eso que duele.   Los que hemos amado y amamos a nuestras mascotas, sabemos que son nuestra familia, conocemos el desconsuelo de cuando se nos muere una, y el temor silencioso con el que vivimos sabiendo que la que tenemos partirá en algún momento. 
Pero la felicidad que nos dan es tan grande que bien vale la pena, cuando estamos listos, repetir el vínculo porque necesitamos en nuestra vida a un perro.

Aprovechen cada minuto posible con su perro y ayuden a uno sin hogar.

Hasta la próxima,
Nova A.S.G.

viernes, 4 de octubre de 2013

Día Mundial de los Animales

Hoy 4 de octubre se celebra el Día Mundial de los Animales. 

Le he rascado la pancita a Nova, pero eso no es parte de la celebración, ni siquiera es una opción para mi, ella cree que es una responsabilidad humana hacerlo y si ella lo dice ha de ser cierto.
Le he cepillado el lomo a Keyla, tampoco es por la fecha.   Como a todos, se le debe  cepillar, pero ella sólo se queda quieta cuando le toca en la espalda y luego me ven corriendo atrás de Keyla con el cepillo en la mano.  
He mimado a Gecko, otra diaria rutina, aunque eso es por mi gusto y él cree que me ayuda poniendo cara de cachorro y dejándose querer.  Si alguien le pregunta, sé que responderá: lo hago por mi mamá y nada más; porque se las lleva de perro rudo.
He besuqueado a Circe, en parte por cariño y en parte por molestarla.  No se habitúa a los besos, pone cara de pecado capital y si le es posible huye, no con miedo pero con muchos nervios.

Esta semana también tuve la oportunidad de alimentar a un par de perros que viven en la calle. Los vi de lejos, estacioné para dejar el concentrado y en ambos casos cualquiera habría dicho que ningún perro había pasado por ahí. Sólo por el retrovisor miré que asomaron la cabeza de sus escondites cuando arranqué el auto. Tampoco lo hice por la fecha de celebración que se acercaba, sino que imagino tenían hambre como siempre la tienen porque no les ha de ser sencillo encontrar alimento.

Celebren este día todos los días, hagan felices a sus mascotas como ellas lo hacen con nosotros.   Apoye a una que no tiene hogar aunque sea de la forma más simple, para nosotros los humanos darles un tiempo de comida  puede no ser mucho, pero para ellos podría ser lo que coman en la semana.
Aprendamos a ver desde los ojos de otro ser vivo que no sea humano.  Reconozcamos su necesidad, su existencia y respetémosla.


Hasta la próxima,
Nova A.S.G.

“El peor pecado que cometemos contra nuestros amigos las animales no es odiarlos, es ser indiferentes con ellos. Esa es la esencia de lo inhumano.” George Bernard Shaw

viernes, 27 de septiembre de 2013

La piedra mágica

Un momento que no olvidaremos con Rk, fue el encuentro de la piedra mágica, así le llamamos.  

Perseo desde cachorro tenía afición por las piedras, tenía sus favoritas que había sacado del jardín.   Al principio se las quitábamos para evitar que se lastimara, pero siempre encontraba otra y otra.  Le gustaban mucho y las entraba para tirarlas en el suelo, escuchar cómo sonaban y en nuestros descuidos tratar de clavarles el diente.   Aún guardamos las dos piedras que cuidó por años.

Un día a Rk se le cayó un hielo, Persy lo escuchó, llegó  y vio esa piedra blanca, casi transparente.  No dejó que mi esposo la agarrara, porque logró tomarla antes.  Lo frío evitó que la mantuviera en la boca y la soltó por unos segundos, pero al ver que nosotros íbamos por ella la volvió a agarrar y corrió hacia el jardín.  Estaba feliz por su nueva “piedra”, se le notaba en sus ojos,  la colocó en la grama y en lo que el cachorro nos miraba orgulloso por su tesoro, el hielo se derritió.   Perseo pasó varios minutos buscándola.  En ese momento no creo que entendiera qué había pasado. 
Luego, conforme creció, supo que esas piedras eran diferentes y ya no perdió el tiempo llevándoselas a otro lugar; en cuanto encontraba una  de inmediato jugaba con ella, la derretía en su boca o la deslizaba en el piso empujándola con la pata o la nariz.  
Era un gusto observarlo, más porque siempre nos recordaba la cara de incredulidad que puso la primera vez cuando se le desapareció como por arte de magia.


Cada momento y acción cuentan, jueguen con su perro, obsérvenlo y sepan que esos recuerdos son los tesoros que ellos  nos dan y que perduran.


Hasta la próxima
Nova A.S.G.


P.D.
Mañana 28 de septiembre es el Día Mundial Contra la Rabia.   No olviden vacunar a sus mascotas y en la medida de lo posible a las que no tienen un hogar.

He estado leyendo que en este mes en los Centros de Salud de Guatemala estarán proporcionando la vacuna de forma gratuita gracias al apoyo del Ministerio de Salud, sin embargo no he encontrado un enlace para corroborar esta información.  Si usted está interesado pregunte en el Centro de Salud más cercano.

viernes, 20 de septiembre de 2013

La perseverancia de Gecko

Como he relatado en ocasiones anteriores, Gecko fue el más pequeño de la camada pero  también el más perseverante, al punto de obcecado.  Se creería que por su tamaño fue el último en aprender o realizar ciertas actividades, sin embargo para todo él era el primero. 

En casa, la entrada canina desde el jardín tenía (ahora sólo es una) dos pequeñas gradas de no más de diez centímetros cada una y tienen que cruzar una “puerta” colgante plástica.  Todo un reto para unos cachorros que apenas corrían sin tropezarse.   La altura era suficiente como para no preocuparme de que entraran sin mi permiso, ni siquiera les llamaba la atención mordisquearla que fue lo que pensé que harían.   Un día Gecko me sorprendió, estaba llorando a media sala, el único adentro y se sentía solo.   

Luego de varios días de realizar el ritual de sacarlo de regreso a que jugara con los demás en el jardín, observé que Gecko comenzaba a esperar a sus hermanos con medio cuerpo afuera, y medio adentro; así les enseñó la mágica puerta que los llevaba a los magníficos y gigantescos juguetes para morder dentro de la casa: las sillas, los sillones y todo aquello que encontraran a su paso.

A partir de ese día fue imposible dejarlos afuera por ratos como solía hacer, si cerraba el paso se ponían a llorar al unísono de una manera que le sacarían lágrimas a una piedra y aunque quería que aprendieran a obedecer no debía estimular a que lloraran cuanto quisieran, no a todos les causa ternura; otros podrían creer, a lo lejos, que estaban siendo mal cuidados; y hay quienes no gustan de los animales y el gimoteo de cinco cachorros podrían molestarlos.   ¡El jardín y el primer piso fueron conquistados!

Ellos entraban y salían, olfateaban, jugueteaban y de cuando en cuando lloraban para llamarme, cuando yo estaba en el segundo nivel.  Eso era lo que querían, estar conmigo todo el tiempo, pero por más que yo también lo deseaba no dejaría que me manipularan y más aún que se volvieran dependientes de estar cerca de un humano, se tenían unos a otros y para ciertos momentos eso debía ser suficiente para que la pasaran bien.  Como la altura de cada grada es de unos 30 centímetros, creí que tendría unos veinte días más en lo que ellos crecían y comenzaban sus intentos de subirlas.

Una semana y empezamos a ejercitarnos.   Gecko subía dos gradas y se daba cuenta de que no podía más, se sentía perdido al igual que el valor de bajar y Rk o yo teníamos que bajar a regresarlo a la sala con los demás.    Fuimos testigos el día que logró subirlas todas y ese fue el fin de nuestro imperio humano porque los demás se echaron a la conquista de las alturas. 

Pero esa valentía que Gecko demostró también fue forjada, con cada primer paso infructuoso que dio, en un segundo y tercer intento recibió ayuda.  No se imaginarán de quiénes: abuela Skippy y tía Musa.  Las vimos ante cada triunfo de Gecko,  lo apoyaron, una de un lado de la puerta y la otra del otro.   Una arrinconándolo hacia la pared de las gradas y la otra con la nariz  empujándolo para que lograra subir, una y otra vez.  Fue sorprendente ver a las ancianas enseñando a un cachorro a realizar las actividades que ellas hacían.   Más interesante fue que a quien ayudaron fue al más pequeño y no a los demás. 

¿Estaban conscientes del tamaño o de la perseverancia del cachorro?  Podrían ser ambas las razones, pero también tengo que agregar que más que enseñarlo lo que hicieron fue consentirlo, permitiéndole hacer lo que él deseaba.   Gecko fue y es el más mimado, esa carita tierna todavía engaña a todos, incluyéndome. 

Esa es la razón por la que es tan malcriado, pero es un dulce y sabe qué cara poner para conseguir lo que quiere.   Todos sabemos que nos manipula, pero ninguno se atreve a detenerlo. ¿Por qué lo haríamos? Él es feliz y nosotros también.

Gecko recibiendo la sabiduría de su abuela Skippy.


No olviden compartir con su perro y ayudar a uno sin hogar.  Si quieren ideas de cómo hacerlo les dejo un enlace, de uno de los muchos casos aquí en Guatemala:






Hasta la próxima

Nova A.S.G.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Decisiones humanas y escapes caninos




Esta semana cometí una imprudencia, idiotez, irresponsabilidad; como deseen llamarle, es aceptable.   
Llevé a Nova a una revisión, ella ha estado con la presión arterial alta, sin  embargo ningún examen demuestra que sea una consecuencia secundaria de otro mal.  Por eso quería asegurarme de que no necesitara rayos X o un electrocardiograma, lo cual dependía de cómo estuviera su examen físico. Ella estaba muy agitada en la clínica,  y la doctora no lograba escuchar con claridad el corazón, por eso me sugirió que caminara con Nova para que se tranquilizara, y en unos minutos volvería a examinarla.  La clínica está dentro de una tienda de concentrado y juguetes para mascotas, entonces dejé que Nova tomara el camino que deseaba y que investigara a su gusto.  

En esta tienda es usual que los perros anden sueltos cuando la familia lo permite porque están seguros de que no escaparán.  Por eso tomé la decisión de soltarla para que no jaloneara y se sintiera cómoda para cuando la revisaran.  Nova jamás se ha alejado de mi, con o sin correa y siempre atiende de inmediato a mi llamado, pero el jamás y el siempre cambian inesperadamente y aunque no  estábamos ni cerca de la puerta se escapó a gran velocidad.   Corrí atrás de ella llamándola, viendo lo cerca que estuvo de ser atropellada tres veces en el parqueo anexo por autos que retrocedían. 
Que nunca se corre a un perro, en parte es cierto, cuando uno observa que están jugando, que voltean a ver para esperarlo a uno y continuar la carrera en cuanto uno se acerca.   Pero Nova corrió despavorida, luego vi que se arrepintió pero sabía que lo que había hecho estaba mal y por ello volvió a correr alejándose.   Estaba cerca de salirse del parqueo para agarrar la calle, pero se paró confundida, indecisa de qué camino tomar.  Fue cuando la alcancé y le puse el collar, la cargué y cuando estábamos en la acera la coloqué en el suelo para que caminara a mi lado pero ella logró zafarse el collar y volvió a escapar, esta vez se detuvo a pocos metros y dejó que la agarrara sin poner resistencia. 

Entre tanto susto, le pregunté a la doctora si mejor me revisaba a mi, porque resultó que a Nova se le escuchaban sus latidos en excelente estado, en cambio yo sudaba, tenía poco aíre y sentía que el corazón se me salía.

Una pareja recibía en ese momento a sus perritos del servicio de grooming, a uno lo dejaron suelto y el esposo le dijo a su señora: mejor ponle la correa, no sea que salga corriendo. Fueron testigos de mi persecución y él no quería enfrentarse a una situación similar.  Ella le respondió: no, él jamás lo hace y siempre viene cuando lo llamo.  ¿Les parece esta frase conocida?

Nova ha ido antes ahí, siempre bajo mi cuidado y por eso sé que la tratan bien.  Nunca antes la había soltado (ni en sueños lo repetiré).  ¿Por qué decidió escapar y desobedecerme?   Sólo ella lo sabe.    Por un error de juicio mío, en la búsqueda de una respuesta para que esté sana estuve a punto de perderla por atropello.
 
Lean,  aprendan y eviten cometer mis errores.  Llega el momento en el que, el jamás termina y el siempre se detiene y por ello pasan accidentes que pudieron ser prevenidos. 

Siempre con cuidado, no bajen la guardia y no se confíen.

Hasta la próxima
Nova A.S.G.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Mascotas y temblores

Nunca se sabe cuando podemos salir afectados por una inundación, sismo o un derrumbe.   Hace tres horas que en Guatemala sentimos un temblor por largo rato (en estos casos más de dos segundos que se mueve la casa y es largo), en diferentes puntos los sentimos con mayor o menor intensidad.  Pero sin importar que tan grave es,  cuando sucede algo como esto prefiero estar en mi hogar, no tanto por mi seguridad sino porque así puedo estar pendiente de mis perritos.

El año pasado Circe me tomó por sorpresa al ladrar poco antes de que temblara, ya he comentado que ella no tiene ese hábito, así que pensé que a partir de ese momento tenía una alarma personal para avisarnos.   Hoy, justo antes de que la casa empezara a marearme vi a los perros.  Keyla dormía en el cojín más grande, Nova descansaba sobre una almohada en el sillón (es su costumbre), Gecko regresaba de tomar agua y Circe roncaba con tranquilidad sobre su cojín favorito.   Comenzó a temblar y sólo Gecko, de inmediato volteó a vernos.  Mi esposo y yo somos bastante tranquilos ante estas situaciones y el perro al observar que nosotros nos manteníamos calmados, él también se sentó en el lugar que estaba.  Fue cuando Circe despertó, nos miró, sintió que el piso la meneaba y no sé si su reacción se debió al ver a los otros o poco le importó que estuviera temblando.   Hasta ahí llegó mi alarma sísmica  canina y de ahora en adelante seguiremos como al principio: esperando lo inesperado, como todos.

Estos sucesos nos recuerdan a realizar planes de emergencia y entre ellas a tener un contacto cerca de nuestra residencia en caso de que no estemos en casa y necesitemos que verifiquen a nuestras mascotas, esto nos dará más tranquilidad por si estamos lejos o en caso el acceso hacia nuestro hogar este afectado. Muy importante: que nuestras mascotas siempre tengan una placa de identificación.  

Hoy, luego del sismo, Gecko se puso nervioso y llamó a todos hacia la ventana que da a la calle, creí por un momento que nos advertía de un segundo movimiento telúrico.  Me asomé al balcón y resultó que era Boy, un perro vecino que iba camino a su paseo y a quien tampoco le interesó si la tierra se movía de forma extraña o no.
Sin embargo aún creo que debo atender a los llamados de mis perros, la mayoría de las veces será por intereses caninos que lo harán, pero alguna vez podrá ser de importancia de todos.

Les dejo el enlace de WSPA-Latinoamérica en donde publican 10 ideas para crear un plan de emergencia que incluye a las mascotas.  Cuiden a sus perros, ayuden a los que no tienen hogar y sean felices.


Hasta la próxima,
Nova A.S.G.