viernes, 31 de agosto de 2012

Despacio pero legal

Y vuelvo con la necia frase: ¡Esterilizar es la solución!
Si preguntan: ¿Por qué?  Es porque no leyeron el blog la semana anterior, tema con el que proseguiré para ponerlos al día y espero que a partir de hoy ustedes continúen informándose con los enlaces que les proporcionaré.

El trabajo de las organizaciones, para evitar acciones como la de Totonicapán la semana pasada, continúa.  Algunas personas, según he leído en redes sociales, consideran que no se ve nada, que el trabajo es lento, que no hay interés, etc.
Y claro para quien no ha sido testigo de la labor que realizan es probable que no entiendan el tiempo y el proceso que lleva planear y organizar de forma legal un proyecto, en especial como este que es para poner un alto al maltrato animal a nivel nacional.
No es justo el asesinato cometido hacia los perros en Totonicapán o cualquier otro pueblo y esa es la razón exacta por la que lo hicieron: Por falta de justicia.   Los culpables de esta crueldad no consideraron jamás ser castigados.  No hay un precedente y por lo mismo consideran que nadie podrá actuar contra ellos. 
Es por ello que las organizaciones pro-animalistas están trabajando armados con nuestras leyes, porque sólo así lograrán que los culpables sean sancionados e impedirán que se repita. 
Las personas que integran las organizaciones están realizando este proceso tan rápido como el marco legal se los permite, al igual que sus propias vidas.  Son padres, madres, estudiantes, trabajadores que de forma voluntaria y sin esperar una ganancia económica están dedicando parte de su tiempo para realizar estas y otras acciones a favor de los derechos de los animales.  

Si desean saber más sobre lo sucedido en Totonicapán y el proceso que se lleva a cabo por esta razón los invito a que vean la información al respecto en los enlaces de las siguientes organizaciones. En cada una hay actividades diferentes pero son para un mismo fin.

Huellitas Guatemala (Perfil de Facebook)
Organización Paz Animal (Perfil de Facebook) 
Conciencia Animal EcoGuate (Perfil de Facebook) 
Comunicado de apoyo contra las acciones de maltrato animal por AMA (Amigos de los Animales)


La recaudación de firmas continúa y me he encontrado una segunda petición para lo mismo.   Si ya han firmado en una, nada cuesta que lo hacerlo en la otra dirección.   Si no lo han hecho en ninguna: ¿Qué están esperando?
Y si ya ingresaron a las dos: ¡Qué bien! Ya somos varios.


viernes, 24 de agosto de 2012

Errores y horrores de un pueblo

Hace un par de meses la Euro Copa 2012 estuvo en la mira de los amantes del fútbol y de los animales, estos últimos centraron su atención en Ucrania debido a los horripilantes actos de crueldad que cometieron para eliminar a los perros callejeros.
En ese momento no escribí al respecto por dos razones:
La primera: Para quien quisiera saber, la información circulaba en redes sociales, blogs y en algunos noticieros.
La segunda: Las imágenes eran crudas, los perros asesinados eran miles, la agonía se podía observar y la cólera y el odio contra ese país me embargaba, no deseaba traspasar esa energía negativa escribiendo con el hígado.

No se imaginan todo lo que pensé y les deseé (a los responsables) en esos días, sin embargo hoy sí informaré lo sucedido en Guatemala y con dificultad no expresaré lo que siento, de igual manera creo que no existen suficientes palabras groseras para descargar mi ira.

Es lamentable para mí informarles que como país con respecto al respeto hacia los animales no somos muy diferentes a Ucrania, ya que autoridades municipales de Totonicapán el 21 de agosto del 2012, decidieron exterminar a cientos de perros callejeros envenenándolos.  Asociaciones a favor de los derechos de los animales en Guatemala dieron a conocer este despreciable acto, que aparte de inhumano es contra la ley.
Quienes lo realizaron son las mismas autoridades municipales del pueblo y así demuestran como ellos mismos deciden los límites de lo legal. Y para quien no crea que esa acción sea necesaria conocerla, protestar pacíficamente y difundirla recuerden: Ese martes fueron los perros, ¿mañana?… 
En las redes sociales la noticia se propaga y el que no desea saber es porque no quiere conocer la verdad, mucho menos la difundirá.  Pero los que sí sabemos y nos importa debemos expresar nuestra inconformidad para que estos actos no se repitan. 

Hasta el día de hoy viernes, aún aparecen en las calles cadáveres de perros envenenados y es probable que continúen ya que se cree que seguirán repartiendo veneno.  Las asociaciones informaron que llevarán a cabo un proceso legal por la cruel e ilegal acción, pero esto lleva tiempo. Presentarán un memorial para dejar precedente y para ello se necesitará recaudar al menos 5,000 firmas.

Me despido de ustedes con profunda tristeza por el dolor que están sintiendo estos perros.


El listón negro es una protesta silente (propuesta por las asociaciones) en contra de las viles acciones hacia los caninos, que se están llevando a cabo en Totonicapán.

Para quienes deseen estar en contacto con alguna de las asociaciones, este enlace provee la información de varias: http://www.guatepets.com/Listaorg.htm

viernes, 17 de agosto de 2012

Atractivo perruno


Cada perro tiene personalidad única, me imagino que es una fusión de los genes, el comportamiento de los seres humanos con quienes más comparte su vida y cómo se le trata, creo que es igual con las personas.   Y también opino que la personalidad aumenta y disminuye nuestra percepción de la belleza física, según los gustos de cada quien, lo notamos con nuestros semejantes pero no es tan fácil de observar en los perros, ya que los que amamos a los perros podría no gustarnos como actúa un perro en específico pero no por eso deja de ser un perro lindo: Es un perro, es lindo.  Un ejemplo (sé que es un estereotipo lo que escribiré): Los hombres mujeriegos.  Sin importar qué mujer sea, si está arreglada o no, tendrá piropo seguro (tampoco significa que sea agradable el piropo).

Estas ideas las tengo desde que noté que a Consentida, sin importar dónde y cuándo pasara, los perros se sentían atraídos a ella.  La miraban, le lloraban y se rendían a sus pies.  Ella era una Cocker Spaniel dorada, de buen carácter, algo coqueta y de facciones simétricas, según mi punto de vista, así que era bella.  Luego con los años, cuando asistimos a los entrenamientos caninos con Skippy, Musa y Greka observé que sí, cada perro tenía un gusto propio no necesariamente en relación a una raza.

Los que han leído sobre Skippy saben que era, aparte de tremenda, una perra de carácter recio, no conocía la palabra miedo y se sentía del tamaño de un león. De ella, se enamoró un enorme y dulce Pit Bull.  Trataba de llamar su atención como pudiera y suspiraba cuando al fin Skippy se dignaba a darle una mirada.  Se acercaba lo más que podía con su correa para poder olerla.  Había otras perras preciosas estudiando, pero nadie le llamó la atención a él, mas que mi tremenda Puka.  ¿Sería el carácter de ella lo que lo atraía? ¿Un olor en específico? No tengo la menor idea.

Musa también encontró admirador, un Pastor Alemán bravucón. El perrito era malhumorado con otros perros y perras, ladrador y si se hubiera dado el caso talvez peleonero.  Esa era una de las razones por las que estaba en entrenamiento.  Sin embargo con Musita, el perro se acostaba ante ella, era a la única que no le ladraba y cuando trabajábamos a su lado él se comportaba más tranquilo.   Musa no era coqueta, pero de repente le daba curiosidad el perrón y con disimulo se acercaba a él. Se escuchaban suspiros del macho y se veían sonrisas de los que observábamos.  Algo era claro (aparte de las razas) ella era tranquila y él no.  ¿Sería la personalidad tranquila de Musa lo que lo conquistaba?

Con Greka, no sé si por nena o qué pero ella consiguió dos enamorados. 
El primero, un bello y energético Jack Rusell que al verla saltaba más de lo que usualmente hacía.   Le llevaban una pelota a los entrenamientos, para mantenerlo ocupado mientras comenzaban y terminaban las clases (es que esa raza lo necesita), entonces él se la tiraba y correteaba a su alrededor y cómo ella no correspondía a sus juegos, él agarraba la pelota y jugaba solo pero enfrente de ella para cautivarla.  Estaba loco por mi mimada Cockercita, pero Greka no le prestaba atención, es más, creo que lo ignoraba, hasta que...  llegó a clases otra perrita.  El Russell, me imagino que harto de los modos de Greka y atraído hacia la nueva alumna dejó de ser el adorador de mi pequeña.   Más nos sorprendimos de ver la reacción que tuvo la Cocker, porque se notaron los celos y comenzó a prestarle atención.  El perrito quedó indeciso porque quiso compartir sus juegos con las dos, pero Greka quería todo o nada, así que aunque ya no fue petulante tampoco siguió su juego y creo que a propósito atendió más las miradas del segundo enamorado: Athos.

Athos es del único que recuerdo el nombre, talvez porque vi el proceso de su cambio: Un perro tímido convertido en un regio Gran Danés.
Él amaba a Greka, era por la única que ladraba si algún otro perro le ladraba a ella.  Dulce, amable y educado.  Una vez quiso jugar con ella y por supuesto su manita cubrió todo el rostro de Greka, esta se asustó y a él se le notó el arrepentimiento de haberle causado disgusto con el juego. Entonces a partir de ese momento cada vez que se le acercaba lo hacía arrastrado al suelo para verse más pequeño. A Greka parecía agradarle este gesto ya que lo dejaba olerla y ella también lo olfateaba detrás de las orejas, reacciones muy naturales entre dos perros sociables, pero no de las mías.

Creerán que exagero, pero es real.  Cómo podemos juzgar la atracción animal si ni siquiera podemos hacerlo con la humana. ¿O me dirán que no han visto parejas que consideran disparejas?

Hasta una próxima
Nova A.S.G.

viernes, 10 de agosto de 2012

Karma

‹‹Mientras caía, pensé: —Pobre los perros de la calle que son golpeados, atropellados y que sufren; porque aunque se quejen nadie los escucha y muy pero muy pocos reciben ayuda. —Fue en un instante y esa idea fue la me vino a la mente en cuanto imaginé el terrible golpe que estaba por recibir y que, sí, sufrí.  No me di cuenta de cómo y porqué tengo moretones por todos lados ya que el impacto que sentí fue en la columna. Fue un dolor tan fuerte como nunca antes tuve, ni siquiera cuando me rompí la muñeca patinando con tus hermanas.  Cuando el auto al fin se detuvo pensé que no podría caminar, que me había quebrado por la caída y otra vez pensé en los perros heridos, creo que así se sienten.
Respire profundo, y las personas llegaron a ayudarme.  No sé cuántos minutos pasaron, si es que la espera por intentar levantarme pasó en minutos, pero yo así lo sentí.  Al fin pude, con dolor, salir del auto y me sorprendí, al igual que las personas a mi alrededor, porque podía moverme. 
¡Es un milagro! Escuché que decían, yo también así lo creo. 
En un trayecto de casi más de un kilómetro, sin frenos, en bajada y sin encontrar a nadie en el camino, que era lo que más me preocupaba mientras trataba de no perder más el control, ya era una bendición.  Luego creí que chocaría contra la grada pero pararía, sin embargo esta sirvió de rampa para elevar el carro por dos metros que, si no hubiera sido por el precioso árbol que dio su vida por la mía, habría llegado hacia el profundo zanjón. 
¡Sí es un milagro! Estar viva, no haber lastimado a alguien o algo peor.  Entonces ya parada pensé: Estas bendiciones son por los perros, aunque sean pocos, pero esos perros que en algún momento hemos ayudado.  Es Karma.››

Mi madre se quedó en silencio el resto del trayecto hacia el doctor para su revisión.  No sé si el dolor de la vértebra quebrada o sus varios golpes musculares fueron las que la dejaron sin hablar.  Yo sólo medité sus palabras, los pensamientos que tuvo días antes cuando se accidentó.

Mientras manejaba agradecía en mis adentros que nada irremediable sucedió, ni a ella ni a nadie más a causa del accidente y afirmaba en mi mente lo que siempre he creído: Las buenas acciones desinteresadas nos brindan satisfacciones. Porque yo también, sin querer, cuando me suceden cosas buenas, recuerdo los ojos agradecidos de algún perrito que logré ayudar.

viernes, 3 de agosto de 2012

Compartiendo

Hace años, asistimos con Greka, Musa y Skippy a clases de adiestramiento canino.  La razón inconsciente pudo ser el deseo de tener a una Lassie, Rin Tin Tin o Boomer en casa.  Pero la idea real en ese momento fue divertirnos con ellas y que compartieran con otros perros para que fueran más sociables.  Cada sábado por más de un año nos preparábamos mi esposo, las perras y yo para llegar a las nueve de la mañana.  No quedaba cerca pero ellas nos motivaban y nos encantaba ver cómo entraban al auto en cuanto abríamos las puertas.  Nadie las sacaba de ahí, hasta que llegábamos al parque en donde se impartía el curso.

En clase, Skippy era consentida por la edad, recuerdo que nuestro maestro (nuestro porque los humanos también debemos aprender para que los caninos lo hagan) decía:   ‹‹Skippy es el ejemplo perfecto de que un perro anciano puede adiestrarse, se le deberá tener más paciencia pero podrá aprender.›› Y así fue, sin tanto esfuerzo, como el que se esperaba realizar, Puka (de cariño) completó y se graduó de tres cursos.  Admito que hizo lo que yo hice en algún momento: prepararse para los exámenes y olvidarse del asunto. Y por supuesto recordaba las órdenes sólo cuando estábamos en clase, a pesar de entonces tener 10 años (yo no la consideraba anciana, pero…), en casa ella seguía siendo la misma: ¡Un terremoto!

Musa aprendió a la misma velocidad que Skippy, era más joven pero me imagino que su distracción se debía a las constantes enfermedades que padecía y de las que habrá quedado medio sorda, si no es que ya había nacido así.  El entrenador la adoraba, le encantaba su pelaje negro, sus enormes y expresivos ojos y su natural timidez ante extraños.  Cada vez que la veía, él la admiraba.  Con tantos perros bellos que asistían me causaba gracia que demostrara preferencia hacia mi pequeña Cocker negra.  También completó sus cursos, pero ella sí continuaba siendo educada en casa cuando lo solicitábamos.

Greka, mi pequeña y adorable Greka.  La más joven de las tres.  Aprendió a una velocidad increíble.  Si ella no se convirtió en una perra de película fue por mi culpa nada más, ya que yo no tenía en casa la constancia de proseguir como se debía entre clases.  Ella ya iba adelantada a muchas cosas, pero estas se las dejo para otro día.
El profesor se sorprendía de la compatibilidad que teníamos ella y yo.  La perrita nunca dejaba de verme, la atención era total.  Y los errores que yo cometía ella los copiaba.  Por ejemplo, el caminado en línea recta por alguna razón me desvío y ella lo hacía igual cuando le tocaba realizar el ejercicio por su cuenta.  Era muy gracioso. 
Esa proyección de perro y protector, decía el maestro, que sólo la había visto dos veces en su vida, y una de esas éramos Greka y yo.  Por supuesto, sus calificaciones fueron excelentes, tanto así que nos inscribieron para una competencia de adiestramiento canino.  El mérito era de ella y tal vez si yo hubiera entrenado más nos habría ido mejor o al menos no tan mal.  Y es que entre todas las virtudes que tenía mi chiquita, un pequeño detalle la desarmaba: Era demasiado nerviosa.

Lo importante mientras asistimos fue que nos divertimos mucho, salimos de la rutina y aprendimos más sobre ellas y nosotros.

Fueron buenos tiempos, bellos recuerdos, momentos sanos.  Esa es la razón de tener perros, para compartir la vida una simple buena vida. 
Sé que no siempre es posible costear cursos, vacacionar o comprarles juguetes, pero ellos no esperan todo esto, sólo quieren estar con nosotros, por eso hasta la caminata más sencilla o por las lluvias jugar con ellos dentro de casa los hará en extremos felices.

¡Vean esas alegres caras, vean esa lengua de fuera y orejas paradas!

Hasta una próxima