viernes, 25 de noviembre de 2011

En el Museo

El domingo pasado, mi madre y yo, asistimos a un evento en el Museo Miraflores organizado por AMA (Asociación amigos de los animales).  Era para llevar a los perritos que se encuentran en hogar temporal y que los posibles adoptantes tuvieran la oportunidad de enamorarse de ellos, conocer su historia y ver sus personalidades.   Llevamos a Chico pero llegamos tarde.   Leí el e-mail de invitación apenas el día anterior al evento y a pesar de reprogramar nuestras actividades (diferentes para las dos) sólo logramos llegar creo que después de las cuatro de la tarde.  Sin importar la hora, lo llevamos para que tal vez tuviera una mínima oportunidad de tener un hogar, deseo que me imagino que se quedará como eso: un deseo.
Yo quiero que suceda, pero conociendo la realidad con respecto a adopciones de perros mestizos y ancianos, sus probabilidades son tan mínimas que no me queda más que aferrarme a la idea de que siempre ocurren milagros.
Mi mamá, en cambio, tiene los pies sobre la tierra.  Ella me dijo:
—Al menos servirá para que Chico salga a pasear y cambie de ambiente por un momento.   

Sin embargo, el poco tiempo que estuvimos ahí también sirvió para algo más: Mi madre se dio cuenta de que muchas personas ayudan a más de un perro.  Cuando vimos a algunos con varios perros ella les decía: ‹‹—Sí, es difícil. ¿Verdad? Yo tengo nueve en casa.›› Sé que lo decía para descargarse mentalmente del numerito, pero a ella le impresionaron algunas de las respuestas: ‹‹—Yo he llegado a tener hasta doce, todos mestizos —respondió uno y otro dijo: —Ahora tengo siete, uno más y me sacan de casa.››
También había perros que son de raza o se ven como si lo fueran y aún así cuesta que los adopten, imaginen las probabilidades de Chico.
Un perro llamó la atención de mi madre, sus características de lengua azul y melena lo identificaban como una mezcla de Chow Chow con raza grande. Ella me preguntó sobre la raza y le respondí que eran muy fieles y dulces pero que tenían fama de agresivos, iba a corregir está última palabra por malhumorados cuando el protector del perro, quien escuchó mi frase, saltó a la defensa: ‹‹—No, no. Él es el perro más dócil que existe, se lleva muy bien con otros perros y personas. —Y agregó en broma—: Le puedo dar un certificado escrito si lo desea.››
Me encantó la efusividad que tuvo al hablar de las cualidades del perro, que eran reales como pudimos observar mientras estuvimos ahí.

No tuvimos la oportunidad de ver a muchos perros y conocer historias, como dije, llegamos tarde, pero fue agradable compartir por un breve momento las colas en movimiento, hocicos sonrientes y alegría canina.  
Chico no se pudo resistir ante una perra linda y juguetona y sin importarle que ella estuviera castrada, él gimoteó sus mejores piropos.
Caminó del auto al Museo y viceversa con mucha educación, en el carro se comportó como un experto y al primer lloriqueo que tuvo, entendió que debía callarse con un simple: No.

Al menos pudimos observar que Chico no es agresivo ante otros canes, eso que aún no está castrado (no es nuestra prioridad por el momento por el área en donde está, hasta que encuentre un hogar.  Tenemos que pensar en los costos de alimento de todos los peludos y me preocupa por anciano).
Él es dulce y a pesar que se nota que no está acostumbrado a las caricias, se deja querer el viejito cholco.  Ha subido de peso, tanto así que se le hicieron un par de hoyos extras en su collar y ahora su mirada está llena de alegría.

P.D.: Nunca olviden las bolsas para recoger las necesidades de sus perros y gracias Suzanne (directora de AMA) por darme una para Chico, ya que yo las olvidé en el auto ¡ups!



Chico, emocionado por ir al Museo

sábado, 19 de noviembre de 2011

Skippy con botas

Buscando entre mis archivos encontré esta imagen.  Creo que luego de escribir varias veces acerca de la tremenda personalidad de Skippy, no me queda más que darles una muestra para que la visualicen.

La foto original fue tomada sin problema.  Para lo único que esa perra se quedaba quieta era para modelar frente a una cámara, aunque ella prefería las tomas de perfil (es en serio).
No tengo la menor idea del porque era tan sencillo fotografiarla, a diferencia de Musa con quien preferí no insistir ya que siempre salía corriendo.  
Saludos y que tengan un feliz fin de semana.


viernes, 11 de noviembre de 2011

Adopte un perro

Al escribir en este espacio he tenido la oportunidad de conocer, aunque sea por medio virtual, a personas que se preocupan por el bienestar de los animales.  Son muchas, algunas lo hacen de manera individual y otras creando y formando parte de asociaciones.   Son parte de la búsqueda de una solución para los animales maltratados y abandonados.   A todos ellos: ¡Gracias!

Pero a pesar que hay tantos voluntarios a favor de los derechos de los animales, no son suficientes, porque la cantidad de animales necesitados, supera por cientos de miles a las asociaciones.  
Una de estas organizaciones da una solución matemáticamente simple: 

Huellitas Guatemala (Perfil de Facebook):
"La matemática y la lógica son exactas, somos 16 millones de personas que vivimos en este país, si tan solo 4 millones de personas adoptaran a un peludo de las calles, se acabaría este problema y el sufrimiento para ellos, abre tu corazón y se parte del cambio. Voluntario de Huellitas."


Mientras eso pasa, continuemos entonces difundiendo y colaborando con adopciones o donando para las campañas de castración.
O bien, rescate usted a su propio perro de la calle, ese que ve todos los días frente a la tortillería o arrinconado en una acera, temblando de frío, esperando a que pase la lluvia para buscar alimento.   
No seamos indiferentes al sufrimiento animal.

Si desea apoyar a alguna de las organizaciones a continuación una lista de las que tengo conocimiento:


Adopta a un perro sin hogar
http://www.facebook.com/pages/Adopta-a-un-perro-sin-hogar/106879362701690?sk=info

Adopta una mascota
http://www.facebook.com/pages/Adopta-una-Mascota/151110388240980?sk=info

Asociación Amigos de los Animales -AMA-
www.amigosdelosanimales.org.gt

AWARE GUATEMALA
www.animalaware.org

Huellitas Guatemala
http://www.facebook.com/profile.php?id=100002428984235&sk=info

HUELLAS EN XELA
http://www.facebook.com/album.php?aid=28732&id=100001027001948#!/pages/Huellas-En-Xela/140614449309699

MINI REFUGIO DE ROSI ZETINO
http://www.facebook.com/profile.php?id=100001492735179&sk=info

PAZ ANIMAL GUATEMALA
http://www.facebook.com/pages/Paz-Animal-Guatemala/141463249234488

viernes, 4 de noviembre de 2011

Chico

Ayer jueves 3 de noviembre, vi a un perro caminando con lentitud en la empinada carretera regresando de Boca del Monte.
Pero eso de ver un perro callejero no es extraño en nuestro país.  

Prosigo. Yo llevaba cierta prisa y no debía detenerme, los trabajos a destajo no se repiten seguido.  Así que lo pasé en mi auto, esperando encontrarlo a mi regreso para, aunque fuera, brindarle comida y agua.   
Continúe viéndolo por el retrovisor y él que, al principio iba en la orilla, siguió caminando de manera errática hacia el medio de la calle, muy cerca de una curva.  Deseé que volviera al borde del camino pero el sol y el cansancio lo vencieron.  Se echó a media calle.

Dejé el auto y fui por él.   Era un anciano, sus canas y cataratas lo indicaban.   Me acerqué con cuidado, no quería asustarlo y a la vez tenía que saber qué carácter tenía.  Me vio con dulzura y con cierta resignación. Su mirada me dejó saber que hasta ahí llegaba todo su esfuerzo por vivir.
Su condición no era muy diferente a la de otros perros callejeros, era lo que le habían hecho lo que me hizo enfurecer, entristecerme y lamentarme por él.  
Su color café y rayas oscuras me recordaron a Fiestero y por esas mismas características alguien en algún momento de su vida le cortó las orejas y la cola para hacerlo parecer como de raza.  Trato de no pensar de qué manera le realizaron las “cirugías”.  
Su cara también tenía viejas cicatrices de peleas con otros perros.   Y aún así, es de los perros más dóciles que he conocido.

Lo cargué y lo llevé conmigo, todavía tenía la esperanza de llevarlo en el auto mientras iba por los datos del trabajo, pero apestaba tanto que no había avanzado ni un kilómetro cuando me quité la idea.   

Ahora está en casa de mi mamá (por supuesto ya bañado).  Lo hemos nombrado Chico, no tiene mucho espacio debido a los demás perros territoriales que he mencionado en las anécdotas de otras semanas, sin embargo tiene un refugio y hace lo que tanto deseaba: dormir con tranquilidad.

Si desea adoptarlo y demostrarle que un ser humano también es capaz de dar amor, deje su comentario y me contactaré con usted.