sábado, 26 de febrero de 2011

Shilo, Kawa y Rufus

Hace unos meses supe de Adopta una mascota: un grupo de voluntarias amantes de los animales que se preocupan por re-ubicar, educar, hacer campañas de castración para lograr reducir la superpoblación de animales y casos de maltrato (copiado de la información de su perfil de Facebook)

Poco tiempo después conocí en persona a una de las voluntarias:  Magda.
Ella es joven, amable y bella, no sólo por su físico sino también por la energía que emana.  Me imagino que la razón por la que trasmite esa sensación positiva es por los actos de bondad que realiza.  Conocerla es tranquilizador, al menos para mí.  Recuerdo que en la pequeña plática que tuvimos pensé: ‹‹Aún hay esperanza para Guatemala por jóvenes como ella.››
 
No he tenido el placer de conocer a las demás jóvenes del grupo Adopta una mascota, pero no tengo que adivinar: son inspiradoras.  Porque realizar trabajos de voluntariado, independiente de cuál sea, no sólo es satisfactorio, también es cansado y en momentos puede llegar a ser frustrante; pero de igual manera ellas lo realizan con entusiasmo, esperando realizar un cambio en las vidas de los animales y en nuestra manera de pensar.   ¡Un aplauso para ellas por favor! Y ahora: ¡Una ovación!

He copiado información publicada por el grupo Adopta una mascota, porque podría seguir escribiendo pero no lograría describir las acciones que realizan con tanta exactitud:


SHILO" Ayer pasando con mi esposo por la zona 3, vi a este angelito y no pudimos ser indiferentes ante su dolor.
La recogimos y vive en nuestra casa, es una perrita muy alegre y llena de vida, estaba súper agradecida de que la hayamos rescatado, se fue durmiendo todo el camino hasta la casa y allá comió y se durmió tranquilamente.
Me pregunto: ¿Cuántas personas la vieron y no hicieron nada? ¿Cuántas personas ven a un perrito atropellado y no paran? ¿Cuántas veces han tirado la comida sabiendo que han perros que se mueren de hambre en la esquina? Es muy triste para mi ver tanta necesidad y tan poca ayuda.
Por favor reflexionemos. ¡Es tiempo de actuar!
¡Queremos una Guatemala mejor, empecemos por cambiar nosotros!

Atte. Magda Mejicanos
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Esta es Kawa la perra Golden que fue echada de su primera casa a la calle por estar enferma y fue a caer donde un guardián que la tiene en condiciones deplorables. Vimos a Kawa hace mes y medio y llevamos a una médica veterinaria para evaluación. Nos dijo que había visto "peores casos de chino" que creía que con el tratamiento adecuado se podría recuperar. A partir de ahí, la visitamos todos los días para alimentarla y darle antialérgico porque se rasca mucho y dos veces por semana la bañamos con un medicamento que nos dio la veterinaria para contrarrestar el "chino", que muy probablemente se originó por alergia a las pulgas. Le aplicamos Frontline.

Es increíble que nos mueve la cola cuando llegamos porque le damos concentrado que le gusta y cariñitos. Desafortunadamente no tenemos espacio -y es que además, es una perra grande-, vivimos en una casa sumamente pequeña y ella urge de un lugar donde pueda recuperarse bien, con cariñitos y cuidados médicos. Nosotros vemos como le hacemos para sacarla de ese lugar donde no la tratan como se merece y necesita, la ven como estorbo, por lo que sacarla no será un problema.

Att. Magda Mejicanos
Si estas interesado en ayudar, favor escribe a magdamegicanos@yahoo.com
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Buenas tardes, se recuerdan de
Rufus? este perrito fue rescatado con su ojito de fuera. Fue operado el 25 de enero y lamentablemente perdió su ojo ya que lo que él tenía era un tumor en la cabeza, que era lo que le empujó el ojo hacia afuera. Necesitamos ayuda para pagar la veterinaria y necesitamos también alguien que pueda adoptarlo.
Es cruce de Pastor Alemán, súper manso y le URGE un lugar donde pueda ser querido y consentido. Si pueden ayudarnos económicamente, por favor cuéntenme y si les interesa adoptarlo por favor llenen el formulario adjunto y reenvíenlo a lizavela75@yahoo.es

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Este es un pequeño ejemplo del trabajo que realizan, si desean ver algunos de los perros y gatos que hay disponibles para adoptar pueden verlos en: www.guatepets.com/ENoticias.htm  (copien y peguen) o escribirles a las voluntarias de Adopta una mascota para que les den más información. 
Fan page: Adopta una Mascota

viernes, 18 de febrero de 2011

La promesa (Parte final)

Bajamos del ferry con perras y demás, caminamos hacia la playa para buscar desde ahí hotel.   Encontramos uno más rápido de lo que pensamos, eran bungalows.  Luego de acordar el precio y asegurarnos de que aceptaran a las Cocker, nos acomodamos.   No podía creer la suerte que teníamos, y la pena de regresarnos el mismo día, se me fue.

Había una pequeña piscina en frente de nuestro bungalow, nos moríamos de las ganas por ver si las perras se animaban, pedimos permiso.  El guardián nos respondió: —No hay nadie más en el hotel, pueden usarla con las perras, pero el dueño viene mañana por la tarde asegúrense de que no las vea dentro de la piscina, yo me encargo de limpiarla cuando él venga.
Agradecimos su amabilidad, creo que él también tenía curiosidad por saber qué harían.  Nos pusimos las calzonetas y nos tiramos, junto con nosotros se tiró de panzazo Skippy, quien nadaba hacia la orilla para volver a tirarse.  Consentida como siempre, precavida, nadaba a la par de la grada que le llegaba a las patas, sin tirarse o salpicar siquiera.

A media tarde fuimos a caminar por la playa, las perras contemplaban el océano y yo a ellas, me recordó la primera vez que siendo niña había conocido el mar, la misma mirada de inocencia y admiración.
Aprovechamos la luz para chapotear con las perras en el mar, corrimos, jugamos pelota y cuando al fin nos cansamos nos sentamos los cuatro a ver el atardecer.
La promesa había sido al fin cumplida.  No lo fue por mí, sino por la insistencia de Rk, a quien siempre agradeceré por ello.

Al regresar, en el hotel seguíamos siendo los únicos huéspedes, así que continuamos en la piscina, de la que Skippy se había hecho fanática.

Pasamos un grato fin de semana y era momento de regresar.   El ferry avanzaba con esa velocidad que siente uno que no es tanta.   Yo llevaba a Cony en mis piernas y miraba a Skippy con cara de quiero hacer un clavado.
—Agárrala bien, porque se quiere tirar —le dije a Rk
—La llevo con la correa. No lo va a hacer, cómo crees —respondió burlón de mi idea.
—Sé lo que te digo porque…

Y la perra se tiró.  La habilidad del lanchero para maniobrar el motor y la correa sujetada por Rk, impidieron que Skippy fuera lastimada o peor.  La subimos de regreso, sólo estaba mojada y muy sonriente, había hecho lo que deseaba.

Ya en casa, luego de descargar el pickup, nos tocó el trabajo pesado: bañar a las perras hasta que logramos sacarles la arena.
Por varias noches las perras soñaron, me imagino que sería que nadaban y corrían en la playa, porque dormidas sus patitas y colas se movían más de lo acostumbrado.

viernes, 11 de febrero de 2011

La promesa

No recuerdo de dónde se me vino la idea, sólo sé que le decía a Consentida: ‹‹Te llevaré a conocer un lago algún día.  Te llevaré a Amatitlán.›› Y mientras lo decía me imaginaba rentando un bote para remar lejos de la gente y descansar con ella a mi lado.  Yo llevaría un libro que tal vez no leería, por estar observando las expresiones de mi perra al estar rodeada de tanta agua.

Crecíamos juntas y agregué a la idea: colocarle a Consentida un salvavidas, sólo, sólo por si acaso ella decidiera tirarse en un descuido mío.   Mi madre, sin saber que era para la perra, me compró el salvavidas y no comprendió porque me había decidido por uno tan sencillo cuando el que me ofrecía era uno de chaleco. Pero el que yo había escogido podía adaptarlo para que Cony lo usara. 
‹‹Cuando tenga carro te llevo.›› Agregué a la frase que ya consideraba una promesa.

Celebramos cumpleaños y Años Nuevos.  Llegó el momento en el que podía disponer de automóvil y continué ofreciendo el viaje sin decidirme a hacerlo.  Para entonces ya estaba Skippy y yo me preocupaba por la seguridad de las dos perras.

Un día, con Rk decidimos ir a la playa de Monterrico y mi frasecita -ya rayada- salió de mi boca al despedirme de las canes: ‹‹La próxima será chicas, hoy no.››
—Y porqué no las llevamos —preguntó Rk.
—¡Qué! ¡Estás loco! Les puede pasar algo.
—¿Qué les va a pasar? Van con nosotros, llevamos correas.
—¿Y si no encontramos hotel que nos acepte con perros?
—Nos regresamos hoy mismo.

Su propuesta era razonable, pero yo acepté sin ganas, sólo porque no tuve como rechazarla.  Subimos al auto: mochilas, hielera, agua extra, platos y comida para perros, además de las perras; quienes sin tener idea de hacia donde nos dirigíamos, estaban emocionadas como siempre que veían las correas.  Y el salvavidas que por tanto tiempo había guardado se quedó refundido entre el closet.

Rk manejaba, a mí me tocó llevar las Cocker en las piernas (íbamos en pickup), y en el camino le explicaba a Cony que no sería un lago el que conocería al fin, sería algo más grande: el mar. 
A pesar del escepticismo que tenía por llevarlas, estaba alegre por ellas.
Tres horas después llegamos al embarcadero de La Avellana. 
Las perras me jalaban para todos lados, querían conocer, ladraban en señal de felicidad, saludaban a los perros que pasaban por ahí.   Nos acomodamos en el ferry y comenzamos el trayecto que nos llevaría a: ¿un par de horas en la playa? o ¿un fin de semana con perras cubiertas en arena?...

sábado, 5 de febrero de 2011

El domingo de la marcha

Pocas razones me despegan de las sábanas un domingo por la mañana, pero la marcha a favor de los derechos para los animales era para mí, un compromiso.  
No soy miembro de ninguna de las organizaciones y asociaciones que realizaron este evento (a quienes por cierto agradezco que lo hayan organizado), pero siento que por convivir con mascotas y al afirmar que me gustan los animales, tengo un deber moral.  Además con qué cara podría luego quejarme sobre la manera en que son tratados.

Así que el domingo, mi esposo, Nova (la Cocker) su hermano Gecko y yo salimos de casa a unirnos a la caminata.  Llegó Camila, una hermosa perrita que me encanta, con sus humanos.  También asistieron nuestros amigos caninos Toña y Cronos quienes fueron fotografiados por varias personas por la imagen que brindaban juntos, ya que son una Chihuahua y un gran Danés.
Vimos a Enco, un Dogo Guatemalteco, participando en la marcha, contando su historia y demostrando lo bien que está, gracias al cuidado apropiado.  Este perro fue rescatado en la carretera a Bárcenas, estaba en condiciones deplorables cuando lo encontraron (pueden ver el proceso de recuperación en Internet, en el buscador escriban: Enco, perro, Guatemala).   

Volantes eran entregados, para concientizar a las personas del sufrimiento animal en peleas de gallos, perros y corridas de toros.  La información del porqué de la esterilización de mascotas fue difundido y también el recordatorio de adoptar y no comprar.
Pancartas de comunidades y las diferentes asociaciones demostrando su apoyo.  Personas con carteles hechos a mano pero con un mensaje directo a favor de los animales.  Y ante todo la energía de un grupo reunido por una misma razón, para mí, la mejor de las razones.  Esa fue la marcha.

El evento, para mi familia, terminó luego de firmar para la propuesta de ley.Temíamos por la protesta de los tres perros molestos que dejamos en la casa. Pero luego de un paseo con ellos, todos quedamos felices y satisfechos.