viernes, 6 de diciembre de 2013

No no novidad

En la radio se escuchan ya las melodías propias de la temporada, anuncios que nos invitan a comprar lo que no sabíamos que necesitábamos.  En las calles las vitrinas están listas vestidas de luces, más de lo usual.  Y en algunas casas también las decoraciones han aparecido al igual que las macetas de pascuas y de las que cada año hay más variedad.
Sí, me contagio rápido y aunque no pasara afuera de todas formas decoraría Navideñamente (si no existe la palabra, hagan de cuenta que la inventé) mi hogar.

Los Cockercitos están acostumbrados y como siempre acompañan con algarabía, al momento de armar el árbol, están atentos para  indicar en dónde cayó la bombita o cualquier otro adorno;  De cuando en cuando se acuestan en los sillones para observarnos a Rk y a mí mientras disponemos de las decoraciones.   Luego se levantan impetuosamente en cuanto nos ven con otra caja, para curiosear qué es lo que hay dentro de ella, y con la nariz mueven las cosas, buscando no sé qué.
Nova siempre atenta a cual adorno se coloca en tal lugar. Keyla, suspira y cuando cree que no la vemos camina bajo las ramas cepillándose el lomo. Los tres ponen cara romántica al ver las luces colocadas y prendidas. Pero Gecko parece que es quien más disfruta al mirarlas.  Se queda absorto por largos ratos, se sienta a ver el árbol por minutos, como si estuviera esperando una respuesta o talvez me imita. 
Circe, en cambio, se ve sorprendida de diferente manera; parece que no encuentra el mismo sentido en la decoración como los otros, y por falta de costumbre o la edad no sabe que debe mantener la distancia.   Por eso creemos que ha comenzado a pensar que es la época de NO.

No se te ocurra morder esa pascua. No puedes agarrar ese adorno. ¡No, no, no debes morder el cable de las luces! ¡No Circe!  Cuando la regañamos vemos que entiende que no debe hacerlo, pero ¿se le olvida? ¿no le importa? ¿se distrae?
El año pasado no fue tan traviesa y hasta que decidimos adoptarla, la niña canina comenzó a hacer de las suyas, aunque admito que son contadas.

No es la primera perra que intenta hacerla de Grinch en mi casa.  Skippy también arremetió contra las luces ya colocadas en el árbol, Musa decidió cosechar las manzanas decorativas y hasta tuve un gato que se basó en catástrofes naturales y simuló un tornado en el nacimiento.

Las mascotas hacen travesuras de cuando en cuando, es parte de la gracia de tenerlas.  Nos sacan de la rutina y de la perfección, porque al final nada es perfecto. Recordarlo es relajante.
Pienso en las travesuras actuales y recuerdo la primera Navidad que pasó Circe con nosotros, apenas el año pasado. Jugó, corrió y estaba contenta de tener atención.  Al final de la noche se acostó bajo el árbol y se miraba como un bello regalo de la vida.

El siguiente año, no sé qué pasará, seguiré preocupándome por evitar que Circe se lastime y me deje sin luces o sólo recordaré la extraña fase por la que estas fechas de no no novidad está pasando, pero por el momento he de cuidar a mis caninos y a disfrutar sus ocurrencias.



Hasta la próxima
Nova A.S.G.

Pd. ¡Cuidado! La flor de pascua es tóxica para las mascotas. Más información sobre plantas y alimentos dañinos: http://www.guatepets.com/Consejos.htm
Y de nuevo está disponible el cuento de navidad en casa de rescatista: http://bit.ly/RdKyy5

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