viernes, 22 de agosto de 2014

Sombras caninas

Imagino que:

Las sombras que nos siguen cuando la luna nos ilumina, no son nuestras.
Son espíritus que velan por indefensos como tu.
La brisa, es la caricia que pueden ofrecerte.
Y el soplar del viento, susurro de afecto.

Tu sombra, mucho más pequeña que la mía, es la de tantos que no tuvieron oportunidad.
Ahora se acogen contigo para conocer lo que les fue negado en vida.
Esa es la razón por la que te mantienes firme ante tu cuerpo indeciso.
Tanta es tu nobleza, aún si no eres victorioso, has conocido y dado a conocer la paz.

Mi sombra, podría ser que sean los que velan por causas como la tuya.
Por amor a los indefensos en vida, o penitencia por la falta de este.
Me acompañan, aún sin luna; me apoyan, aún sin cuerpo.
Las sombras sólo son oscuras pero tan buenas o tenebrosas como nuestros propios pensamientos.


Sé que:

Sin importar cuándo, así sea sola o acompañada desde ahora siempre veré tu sombra junto a la mía.


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