viernes, 7 de junio de 2013

Grillo - Edison Benjamín


Hace un año y unas semanas le dimos hogar temporal a Edison Benjamin Calcetas Botón un adorable e inteligente cachorro, ¿se recuerdan?
De cuando en cuando preguntaba por él, luego de que fue adoptado y si no lo hice a diario fue porque me aguanté para no cansar a las voluntarias de la asociación.  Pero ellas sabían que estaba bien, porque la familia lo lleva con  una  Dra. Veterinaria que colabora con la organización.
Tuve la oportunidad de ver a Grillo (así lo nombró su familia, por lo saltarín que es), se le nota que es un perro feliz, que es amado y consentido.  Se preguntarán si me reconoció y la respuesta es no.   Es normal, no creo que sea porque era un cachorro cuando dejamos de vernos, si no porque su vida es satisfactoria, su familia lo llena por completo, y esto a mí me hace también feliz porque es todo lo que deseé para él.  

Pero hace un mes, me contaron que Grillo tenía un problema en las patas traseras y que era delicado.  En palabras sencillas, estaba poniéndose corneto.   
Cuando los perros lo padecen no sólo es un inconveniente estético, es una deformación congénita y sólo se observa cuando han crecido.  Si no se corrige, se agrava con el tiempo; causa malformación de columna, mucho dolor y puede dejar al perro inmóvil,  en pocos meses por el sufrimiento se deben poner a dormir (eutanasia).   Pero en la mayoría de estos casos hay solución: se opera cada pata (primero una, luego la otra), reubicando cada hueso para que tenga la posición correcta.  

A Grillo se le puede operar, es joven y saludable, sin embargo, la operación es costosa a pesar de que el médico veterinario que la realizará ofreció un precio especial, la familia no puede por sí sola pagarla.   Creo que la mayoría estaríamos en las mismas.   Para algunas personas esto no parecerá una necesidad real, pero para quienes amamos a nuestras mascotas esto es tan urgente como lo sería con cualquier miembro humano de nuestra familia. 

Grillo pasó de caminar tres kilómetros diarios a sólo soportar tres cuadras, se echa y llora por el dolor que siente. Él desea hacer lo que siempre ha hecho: acompañar a sus protectores en los paseos, menear la cola, sentir el aire de la calle mientras ladra saludando a sus vecinos caninos, pero sus patas no lo dejan.  Tiene que ser operado y aunque ha de ser dolorosa la recuperación, en un par de meses estará como nuevo, corriendo y brincando con su hermano el gato (a quien adoptaron al mismo tiempo) y ante todo, sin dolor.

Hoy no sólo escribo para ponerlos al día de la vida de quien siempre será mi chiquito genio, también lo hago para solicitar su colaboración para reunir los fondos de las cirugías que requiere.   Y como siempre digo, no importa cuánto.  Sólo recuerden que las playas son muchos granitos de arena.

Para colaborar pueden escribirme a guateperros@gmail.com o bien pueden comunicarse directamente a: angelesperrunosguatemala@gmail.com (la dirección de la asociación que recaudará los fondos donados).  Gracias.

Fotografías proporcionadas por la familia de Grillo.




Hasta la próxima,
Nova A.S.G.

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