viernes, 14 de diciembre de 2012

Tradiciones Navideñas

Íbamos en el auto con Rk, Skippy y Musa, una noche en la que el decorado navideño ya adornaba las calles.  Pasamos la Plaza Obelisco y los destellos que, el enorme árbol navideño desprendía, embobaron a Skippy.  


Mi Puka linda siempre fue una perra observadora y ante todo expresiva.  Esa noche vi el árbol brillar desde sus ojos y me causó alegría saber que ella podía admirarse de algo que, para algunas personas no digamos para un perro, podría considerarse banal.  Musa, siempre recatada, lo vio y se le notó una momentánea admiración pero no lo siguió con la mirada, mientras nos alejábamos, como lo hacía Skippy.  
Lo que iba a ser un recorrido de paso se convirtió en un par de vueltas más para que mis chicas Cocker observaran una y otra vez el decorado árbol .  Luego atravesamos la Avenida Reforma para que también los iluminados adornos colgantes fueran observados por ellas.   El pequeño paseo fue un gusto para mí ya que lo navideño me atrae, me siento niña y sonrío sin querer; y esa vez fue mejor, al ver que a una de ellas los colores y brillos de la época le transmitían la misma sensación. 

A partir de entonces continuamos llevándolas a ver las decoraciones navideñas cada año. 
Esa noche fue el inicio de una tradición más en nuestro hogar, creada especialmente para nuestras hijas caninas.
 
 
Hasta una próxima,
Nova A.S.G.

 

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