sábado, 3 de noviembre de 2012

Competencias caninas

Esta historia es deuda. 



En la anécdota: Compartiendo, relaté que debido a lo excelente alumna que era Greka, el profesor la inscribió a una competencia de obediencia canina, nivel 1.  Sentado, echado, parado quieto y el venga; instrucciones básicas aprendidas en la escuela canina. 
¡Que emoción! ¡Que terror! Yo participaba con ella como todos los manejadores hacían con sus propios perros.  No soy del tipo de persona que pueda interactuar entre mucha gente, ni siquiera podía hacer presentaciones en el colegio sin que se me aguaran los ojos; pero por Greka hice a un lado mis miedos y acepté hacerlo, o al menos lo intenté.

Fue en Tikal Futura, había muchos participantes.  Show canino de razas, de belleza y entrenamiento.  Las perras, Rk y yo llegamos.  Sólo Greka participaría pero mamá Skippy y tía Musa iban de porra.   Nuestra primera equivocación.  Convocados a las 9 de la mañana, llegamos puntuales, en este caso lo consideré otro error, aunque no había un horario definido para el momento de competir de nuestro grupo.
A eso del medio día empezaron con los de obediencia. Tanto perras como nosotros estábamos aburridos, cansados de esperar y ansiosos de no tener idea de cómo nos iría.  Athos, el Gran Danés también competía y estaba intranquilo al punto que quiso que lo cargáramos un par de veces, y cuando un Gran Danés se le sube a uno en la espalda, uno llega al suelo.  Mi lindo gran consentido, luego intentó subirse a nuestras piernas pero prácticamente quedaba parado.  Al fin se calmó al ver como cepillaban a un Viejo Pastor Ingles.  Creo que eso lo distrajo lo suficiente, además de las caricias que sus padres humanos le daban.

Greka, por el aburrimiento y todos los perros conocidos y desconocidos, estaba nerviosa, también porque yo se lo transmitía. Yo sabía mi pecado: la falta de entrenamiento en casa.   Si no hubiéramos esperado tanto, ella habría llegado más fresca y sé que podía hacerlo bien, pero luego de tanta ansiedad, sólo los canes bien preparados podían soportar la presión.   Era una situación como en exámenes, los que memorizan para el momento, si cambia el horario se va olvidando el contenido y los que estudian con dedicación podrán realizar el test en cualquier momento.

Antes que nosotros pasaron unos de otra escuela, ni siquiera presté atención.  Luego el Pit Bull de nuestra clase.  Entrenador y perro lo realizaron de maravilla, estábamos orgullosos del enamorado de Skippy.  
Nos tocó a Greka y a mí.   El juez me confundía, me indicaba con pesadez en dónde pararme, mis movimientos confundían a Greka y al final terminamos la serie de ejercicios más por orgullo de no salirnos que por el gusto de participar.   En realidad pensé que nos había ido peor.  No ganamos, ni siquiera nos acercamos a las 3 primeras posiciones, pero no quedamos entre los últimos tres lugares.  Eso fue suficiente como para saber que mi perrita era un genio y que yo era una tonta por no sacarle provecho a su inteligencia.
Pensamos que el ganador sería el Pit Bull, fue el mejor. Y a Athos imaginamos que al menos tendría el tercer lugar, y resultó que quedó entre los primeros cinco y el chico maravilla Pit Bull ganó el tercero.   Me pareció injusto y si a estos perros que los entrenaron como que si iban a participar en las olimpiadas no tenían las medallas que consideré merecían, todo el asunto no valía la pena para mí. 
De niña, siempre que miraba por televisión las competencias de perros, me ponía soñar despierta: mi perra y yo caminando en círculos frente a la audiencia y luego una gran ovación hacia mi compañía canina.
Al crecer supe que no lo haría por mi miedo al público.  Y al tener la oportunidad la acepté porque uno no debe dejar ir las oportunidades a pesar de los temores. 
El profesor, no estaba decepcionado.  Era la primera participación de la escuela y le había ido bien con sus alumnos.   Me alentó a continuar, Greka tenía potencial y estaba seguro que cuándo lo lograra lo haría en grande, pero Rk y yo desistimos de la idea, las competencias no era lo nuestro.
Mi esposo y yo continuamos asistiendo con las Cockers a clases, nos divertía y era agradable.  Los cursos eran para pasarla bien.  Al aceptar la primera vez la oportunidad, entendí que no era eso lo que quería, ni para mí y mucho menos para mi bella Greka.  Al fin y al cabo sabía que tenía no una, sino tres perras ganadoras y eso era suficiente.
Hasta una próxima
Nova A.S.G.
Pd:
Todas las asociaciones necesitan ayuda, pero en esta vez también los invito a que vean la Fan page  (Facebook) de AMA.  Rescataron a 3 perritos Lhasa Apso, en condiciones deplorables y aparte de necesitar hogar temporal también requieren de donaciones para el tratamiento. El enlace de los perritos de AMA es el siguiente:

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