viernes, 20 de enero de 2012

¡100!

De anécdotas, recomendaciones, solicitudes para que colaboren con y por los perros, quejas y demás publicaciones, he llegado al número 100.

¡No lo imaginé!  Pensé que era una de esas vagas ideas que se me ocurren y que en semanas lo olvidaría.  Luego vi en las estadísticas que tenía un lector diario.  Así que a siete personas  les interesó lo que escribía (Sé que no era nadie más de mi familia, porque no saben que lo hago).  El número de lectores con las semanas creció y por lo mismo seguí escribiendo.

El tema estuvo definido desde el principio por el nombre, lo difícil fue como comenzar y qué decir, pero a veces pensar para uno mismo y trasladarlo a la escritura funciona y así es como he ido avanzando.

Gracias a los que me han leído, a los que les ha gustado y continúan haciéndolo, también agradezco a los que leyeron y no les interesó, han sido muy amables en no dejar una crítica ofensiva como he visto que pasa en otros blogs.

Este número cien se lo dedico a todos los perros que han sido parte de mi vida, a los que de alguna manera he protegido, a los que he conocido o a los que me han brindado una idea.
En especial a mis Cuachuchitos que tienen la paciencia de esperarme a los pies, para que yo termine de escribir en este dichoso escritorio, me imagino que piensan:   ‹‹¿Qué tanto diablos hace en este lugar?››

Les dejo con las imágenes de los perros que con mi familia hemos logrado rescatar de las calles.  Ellos también nos han ayudado a recordar que hay muchos más que necesitan ayuda y que decir: ‹‹Me gustan los perros››, no debe ser sólo una frase. 

Al Beagle, el Cocker anciano, Zulu y el Shusho se logró localizar a los propietarios y fueron entregados luego de verificar que eran sus hogares.
Milagro fue adoptada por mi madre, fue una gran compañera hasta que la perra murió.
Bob y Patri (de quienes los costos de castración fueron donados por AMA) fueron adoptados juntos y continúan siendo compañeros inseparables.
Beto fue adoptado gracias a la colaboración de Adopta una Mascota.
A Montufar, Aurora y Priscy logramos encontrarles hogares adecuados
Horus, por falta de espacio, tuvimos que cuidarlo desde donde estaba mientras lográbamos ubicarlo.  No pasaron tres días para cuando nuestros amigos Roberto y Olga le brindaron un hogar.
Algunos han fallecido y fueron bien cuidados desde que llegaron hasta su muerte. Mientras tanto, a los demás se les da hogar temporal, porque no cualquiera pasa los requisitos de mamá.

Hasta una próxima, Ana S. Godoy (Sí lo dije, esa soy yo.)

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