sábado, 17 de diciembre de 2011

¡Seis!

Hoy es el sexto cumpleaños de mis hijos caninos.   
Es extraño celebrar a tres y pensar en el faltante.   Él era el parrandero, le gustaba la bulla y los regalos, no se quedaba quieto y por eso el año pasado de todas las fotos no salió ninguna en la que estuvieran juntos.  
Es muy raro sonreír con lágrimas nostálgicas mientras recuerdo a Perseo.

Este año la celebración ha sido tranquila, pero les dedicamos todo el tiempo a ellos.   Llevar y traer para que les hicieran su corte de pelo, que buena falta les hacía.  Y aunque no los acompañamos como siempre, hubo que esperarlos mientras comenzaban a trabajarlos y los terminaban.  ¡Han quedado preciosos!
Se les ha dejado a que hagan la caminata a su paso: con prisa. Cosa que no entiendo ¿A dónde quieren llegar tan rápido?  
Se la han pasado a gusto, lo sé porque ahora duermen como angelitos roncadores.

No son los únicos cansados, nosotros los humanos también hemos quedado rendidos. Pero el mejor regalo de cumpleaños será el que viene en cuanto deje de escribir:  Anidar junto a ellos, como les gusta.


¡Feliz Cumpleaños Gecko, Keyla y Nova!

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