viernes, 7 de mayo de 2010

Duquesa

¿Fue Duquesa la que me enseñó a amar a los perros o nací así?

No recuerdo a la Pastor Alemán. Ella era una perra adulta de más o menos ocho años cuando yo nací.  Sé de ella por las anécdotas de mi mamá, mami (mi abuelita) y por un par de fotos en un viejo álbum.  Me contaban que mientras yo dormía  siendo bebé, ella se quedaba vigilando atenta a mis movimientos.  Al ver que yo me movía, no ladraba sino de inmediato iba a buscar a un adulto.  
Me imagino que pronto aprendieron a entenderla y descubrieron en ella un monitor inalámbrico y sin baterías, (tecnología moderna y eficiente)  pero lo más  curioso para mí, es que Duquesa entrenó a los adultos de la casa: Ella llegaba ante ellos movía la cola, daba media vuelta, los miraba en espera a que la siguieran hasta donde yo estaba.  Al observar que me atendían,  se retiraba a hacer su antojo.
Admito que pensé que exageraban la historia de la Pastor, pero hace un año vi una situación  similar, esta la escribiré otro día.

Duquesa murió cuando yo tenía dos años.  Mi mami me contó que amaneció muerta y a pesar de la edad de la perra, en ese momento no consideró que esa hubiera sido la causa porque estaba sana.  Dos días después, el tendedero amaneció sin la ropa que se dejó secando la noche anterior.  En casa lamentaban la muerte de un ser amado y más cuando pensaron que fue por robar unos cuantos trapos.  No imaginaron que llegarían tiempos en que no sólo perros, sino también gente, moriría por menos que un calcetín.

No hay comentarios:

Publicar un comentario