sábado, 12 de mayo de 2012

La adopción de Benjamín

Edison Benjamín Calcetas Botón (Benji)


La semana pasada publiqué el tema de Aurora.  Lo había escrito varias semanas atrás pero faltaba la fotografía, por eso lo tenía pendiente.  El viernes 4 yo no estaba de humor ni de ganas de escribir, así que busqué la foto, la coloqué y subí la historia.
De mucho me sirvió tener esa anécdota lista (la única por cierto escrita con tanta anticipación), y es que justo esa mañana me tocó entregar a Benjamín (Benji) a quien al final llamamos Edison por lo inteligente que es.  Así que comprenderán que en casa estábamos tristes y confundidos por dejarlo ir.  Una familia se enamoró de él y de un gato, y fueron adoptados.  

Cuando ofrecimos hogar temporal lo hicimos porque a Adopta Una Mascota le urgía colocarlo a él y a sus hermanas mientras eran adoptados. Estos meses han abundado los reportes de cachorros y como siempre, falta espacio para que puedan ser rescatados para luego procesar las adopciones.  Muchas personas ofrecen pero luego se retractan o no son localizadas, y esto obstaculiza el rescate.
Consideramos que esta vez teníamos el tiempo y por ser cachorro no era necesario tanto espacio, por lo mismo nuestros Cuachuchitos no serían agresivos con él.

El plan era claro: Daríamos hogar temporal por no más de 22 días, por razones de tiempo nuestro, la asociación buscaría un hogar definitivo para él y si no lo encontraban lo llevarían a otro hogar temporal cuando se cumpliera la fecha.  

En casa tres días pasaron y nos enamoramos de Edison. Comenzamos a variar el “plan”.  Si sucedía esto, haríamos lo otro, y si no otra cosa.  Llegamos a una decisión simple:  ‹‹Edison seguirá con nosotros hasta que encuentre hogar definitivo  que le proporcione una mejor vida que la que nosotros podemos darle.  Si para el 18 de mayo no ha sido adoptado se quedará en casa››.  

Comenzamos a reprogramar nuestro tiempo, mientras seguíamos disfrutando de las gracias del cachorro.  Y dejamos que la situación transcurriera por si sola.  Yo también colaboré con la búsqueda de la familia ideal.  Parte de mi deseaba que la encontrara y otra que la vida considerara que nosotros seríamos lo mejor para Edison y que por eso que nadie más fuera adecuado.  El archivo de la solicitud de adopción estuvo varios días abierto.  

El jueves 3 me avisaron que Edison tenía un hogar y debía entregarlo al día siguiente.  Lloré, lloramos, nos despedimos y aceptamos el destino.
El viernes pasado lo entregué y fue hasta ese momento que la asociación se enteró de nuestros nuevos planes.
Magda (de la asociación) me preguntó: —¿Lo quieren adoptar ustedes?
Y mi respuesta fue: —¿Estás segura de que quienes lo adoptan pueden darle un buen hogar?
—¡Sí!  Tienen mucho espacio.  Adoptarán también a un gato, se harán compañía y siempre hay alguien en casa.  Lo querrán mucho.
—Bien.  Si este fin de semana no se enamoran de él nunca lo harán y con gusto lo aceptaremos de nuevo. —Respondí y agradecí la pregunta, al fin y al cabo nunca aplicamos para adoptarlo. Además comprendía que su nueva familia tenía más tiempo y menos mascotas que nosotros, eso significa más atención para él. 

Un par de días después, supe por Liza (también de Adopta una mascota) que lo estaban consintiendo un montón, porque los gatitos aún no lo dejaban jugar con ellos.  Pensé, que al final la familia se había decidido por dos gatos junto con Edison, ayer me enteré que a uno de los felinos le están dando hogar temporal.
Siendo todos bebés, a estas alturas ya  no reconocen sus diferencias y los 3 se han de estar divirtiendo de lo lindo.

Pasó una semana y aunque lo extraño, el no tenerlo de regreso es indicativo de que ya lo aman y que no lo dejarán ir.  Esas son buenas noticias en un país en donde abundan los animales que necesitan un hogar. 
Doy gracias a todas las Asociaciones que ayudan a los animales y un agradecimiento especial a Adopta una mascota por rescatar y encontrar el hogar ideal para Edison.

Decenas de fotografías de él han quedado guardadas en el disco duro.  Quedaron imágenes digitales de cada día que estuvo con nosotros: Cómo dormía, comía, jugaba y hasta sonreía.  Y en mi memoria: sus caricias, sus sonidos de cachorro y sus respuestas en ladridos.  Él es un buen perro (qué perro no lo es, pero Edison es especial), de los mejores que he tenido y por eso debía tener lo mejor.  

Supe que lo han renombrado, pero para mi será mi siempre Edison. ¡Se feliz mi amado cachorro!

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