viernes, 11 de abril de 2014

Desde la mirada de Perseo

Creerán por el título que me refiero a esos ojos de los peludos (perros, no gente) que nos ven a los humanos como dioses, sin embargo en casa, nuestros hijos caninos nos ven como padres consentidores, y a los que visitantes como lo que son: tíos, primos, amistades etc.   

Perseo, mi fallecido Cuachuchito, él era quien nos miraba a los ojos de una manera peculiar.  Tenía cierta necesidad de revisarle los ojos a uno más que otros perritos y si algo no soportaba era que uno fuera a acercar un gotero o algún medicamento a él o una persona.  Era en realidad una obsesión tan extrema que, regañaba cuando cualquiera se frotaba los ojos; él ladraba, se subía en uno y con sus patitas quitaba las manos de la cara.   Lo corregía a uno con tanto afán como cuando le pegan a las personas en las manos por comerse las uñas. 
Me parecía gracioso, porque era un enojón, y por eso a veces se me salía el lado infantil y lo molestaba haciéndole creer que me los restregaba, de inmediato me obligaba a detenerme y si yo hacía el intento de proseguir me abrazaba de tal forma que yo no podía tocarme la cara. Entonces se ganaba todos los mimos de mamá.   Con mi esposo era igual, sólo que papá las pocas veces que lo hacía no era a propósito. 

Varias veces nos dio curiosidad y revisábamos los ojos y la mirada de Perseo, tal vez era un problema él que tenía y trababa de evitarnos lo que sentía, pensábamos.  Pero el veterinario no encontró nada anormal en las revisiones básicas y nosotros observábamos que Persy parecía  tener una vista normal.

Casi tres años han pasado desde que Perseo falleció y nunca olvidamos su recomendación, ahora más que nunca la recordaremos.  Recién fuimos al oculista a revisión (yo más que todo por novelera porque no tenía síntomas de nada) y resulta que mi esposo y yo tenemos ojos secos.  A Rk le recetaron gotas y esperarán unos meses para ver si hay mejoría, en mi caso también tengo que usar gotas pero desde ya me colocaron unos micro tapones en los lagrimales.   Algo prohibido: ¡Nunca restregarse los ojos!   ¿Será que Perseo ya lo sabía?
Más interesante fue que al buscar información en el Internet, los perros también padecen de ojos secos y entre las razas predispuestas están los Cocker Spaniels. 

Pudo ser que Perseo padecía de ojo seco y sabía reconocerlo en otros, pero para diagnosticarlo se tenía que hacer un examen específico.   En su momento no nos preocupamos porque no conocíamos que podía haber una razón.   Ahora sabemos que tenemos que estar pendientes del resto de Cuachuchitos.
Mi amado Persy nos dejó una lección que sólo pudimos entender hasta mucho tiempo después de su partida: ¡Cuida tus ojos y presta atención a los ojos de tu perro! 

Cuando salimos del doctor, Rk y yo comentamos al unísono: ¡Cuánta razón tenía Perseo!


Sean felices, hagan feliz a su perro y colaboren en la vida de un perro sin hogar.


Hasta la próxima,
Nova A.S.G.

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