viernes, 21 de marzo de 2014

De estilo moderno a estilo perroco

Continuando con las travesuras de los cachorros.   

Adentro de la casa mis Cuahuchitos tenían suficientes juguetes para entretenerse, pero la infancia en cualquier especie es llamada por la curiosidad, nuevos sabores, texturas y el simple hecho de tomar lo que se les da la gana.    Así sucedió también con las esquinas de las paredes, fueron esculpidas por finos dientes de cachorros. He leído que cuando el organismo necesita suplir minerales faltantes, el instinto busca los materiales que podrían compensar esa falta.   También un entrenador de perros me explicó la posibilidad de que Circe masticara cables era por la misma necesidad.   Pero aunque esa haya sido la razón, en ambos casos era contraproducente por la salud de mis caninos, además de los costos de los arreglos en el hogar.

Los Cuachuchitos seguían arrasando con la casa, el único lugar que dejaron intacto y no tengo idea del porqué pero se los agradezco fue la cocina.   Y así los muebles de sala tenían las marcas de cuánto crecían esos hociquitos o simplemente no tenían forro.   Ni soñar con alfombras y a las patas del juego de comedor que eran rectas, mis chiquitos las rediseñaron a un estilo perroco.  Esos dientes fueron hechos para morder y decidieron hacerlo con gusto.   Yo me rendí, lo que podía salvar lo escondí y lo que no, decidí aprender a vivir con ello mientras la etapa pasaba.  Ellos eran cinco y no me daba abasto.
Rk, sin embargo seguía en la lucha.  El humano contra las travesuras de los jóvenes perros.  Trataba de impedir paso, de colocar límites y de adelantarse a los hechos; pero esto sólo les daba un poco de trabajo extra y mucha más diversión.   Rk, se enojaba, luego reía y trataba de nuevo; no obstante la perseverancia,  inocencia y la necesidad de recreación de los peluditos eran más fuertes.   Entonces, un día fui testigo de cómo mi esposo fue vencido.

Íbamos a salir, nos despedimos de los chiquitos, Rk una vez más les decía que se portaran bien, les acercó juguetes, les enseñó la canasta con el resto de los peluches para que jugaran y al hacerlo miró las patas de las sillas y la mesa, ninguna estaba sin morder; me imagino que creyó que podía evitar que las siguieran mordiendo y por eso con mucha seriedad me dijo: —Hoy sí se fregaron, no se las dejaré al alcance.
Pensé que iba a guardarlas en la cocina, pero en ese momento comenzó a colocarlas al revés sobre la mesa y los respaldos quedaron colgando. Me reí y él de inmediato respondió ante mi risa: —No llegan.

Regresamos un par de horas después y no me quedó más que aceptar que el juego de comedor ahora sí había sido redecorado por completo, las patas hacían juego con las esquinas de los respaldos.   Rk, aceptó la derrota al principio con malhumor y al final riendo conmigo.   Y es que esa vez, no pude evitar reírme como nunca y por eso es la anécdota que siempre les cuento a las personas cuando hablo de cachorros, porque así son: traviesos y más cuando uno les da oportunidad.  


Sean felices, hagan feliz a sus perros y colaboren en la vida de un perro sin hogar.

Hasta la próxima,
Nova A.S.G.


Aún pueden asistir a las ferias de adopción de mascotas, este domingo estarán presentes: AMA Asociación de Amigos de los Animales y Mascotas X Amor. 
Domingos de marzo, en avenida Las Américas, Plaza Cristóbal Colón (entre zonas 13 y 14).
Para quienes usan Facebook este es el enlace del anuncio de la feria de adopciones:
https://www.facebook.com/hashtag/feriadeadopcionesgt 

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