viernes, 19 de octubre de 2012

De terrazas a terrazas



Hace poco pensé en un Cocker de la colonia de mi niñez.  En la tienda de enfrente, tal vez la casa más grande de todas, un día decidieron tener un perro y  una mañana apareció un Cocker Spaniel negro, cachorro aún, en el balcón frontal.   Ese balcón era amplio, tanto o más que un jardín de las casas modernas, así que el perrito tenía espacio suficiente.

En los primeros días, como que lo entraban y lo sacaban a conveniencia porque se le miraba por ratos.

En los días siguientes apareció una casa para perros y platos respectivos y  en menos de dos semanas el perro fue ubicado al balcón para la eternidad.   Creo que limpiaban el área más temprano de lo que yo me levantaba y por eso nunca vi a ser humano alguno junto al perro.

El perro ladraba, aullaba, volvía a ladrar y luego dormía.  Esa fue su vida y no sé cómo habrá terminado ya que unos años después nos mudamos.

Mientras viví ahí y estuvo el perro, cada vez que iba a la tienda les decía que no lo abandonaran de esa manera, porque se aburría de la vida que llevaba.   Las personas que la atendían, respondían que lo entraban y que tenía agua, comida y refugio y que el perro era un mañoso y por eso ladraba tanto.   Mis explicaciones de nada servían y sé que llegué a molestarlos con mi insistencia, lo cual tampoco cambió la vida del perro, sólo sirvió para que me atendieran con desgano y ya no me prestaran atención.

Muchas veces vi al perro sentado bajo la lluvia, aullando por atención.   Me contaron que se había tirado del balcón con la mala suerte de que sobrevivió y luego de su recuperación regresó al mismo lugar.  No sé si en realidad lo llevaron al veterinario por responsabilidad o fue que tenían uno en la familia.  Pero la vida del animal no mejoró.

Se imaginan estar presos aunque sea en un espacio abierto, ni una planta o una sombra. El pavimento quemando nuestros pies y el sol calentado todo el día la lámina de la casa de madera, único refugio que se tiene.  Y para saciar la sed, agua tibia. ¡Qué desgracia de vida!

La pobre imagen del perro se me vino a la mente porque esta semana vi de nuevo la terraza florida (como la llamo yo).  Siempre con sus macetas y perros correteando con felicidad.  La misma señora que los atiende estaba sentada tomando el sol, sonriendo ante las acciones graciosas de los canes.    Entonces pensé: ¿y si esto sólo se trata de un momento o una casualidad y estos perros  se la pasan tristes el resto del día?

Pero tuve la oportunidad de verlos de nuevo, esta vez la señora no estaba.  Un perro dormía panza arriba y otro le jalaba la cola hostigándolo.   Sí, están en una terraza y tal vez es la mitad de espacio de donde mantenían al Cocker.  Pero los perros se hacen compañía entre ellos, disfrutan de la vegetación que tienen.  Aunque la señora sólo suba una vez al día (siendo pesimista), los momentos que he observado se notan que son de calidad.  Son atendidos con amor y con el deseo de compartir con sus perros.

No crean que publico historias como la del Cocker negro por el placer de hacerlo. De hecho, estas me molestan.  Pero son realidades, en este caso del pasado que se repiten en el presente y continuarán en el futuro si no las advertimos.   Con la terraza florida relato la comparación de lo bien que puede estar una mascota en una ubicación similar. 

La felicidad de nuestra mascota dependerá de nosotros y al comentar anécdotas como esta podríamos estar ayudando a que otros también aprendan de los ejemplos.

Hasta una próxima,

Nova A.S.G.



Pd:



Circe sigue en mi casa, esperando un hogar propio.  La llevaré a la feria de adopciones de Mascotas X Amor que se realizará el domingo 21 de este mes (pasado mañana) en la avenida Las Ámericas 20-30 Z.13. de 10 A.M. a 2 P.M.

Lleguen, conózcanla a ella y a otros perritos que esperan una oportunidad de amar a una familia por el resto de su vida.  ¿Qué les parece?  Nos vemos por ahí, en cuanto logre convencerla de salir a la banqueta para subirla al auto, porque ahora resulta que no le gusta la calle.

El mismo domingo 21, Huellitas Guatemala realizará una jornada de castraciones en Villa Nueva para más información comuniquense con ellos: 5953-5433 y 4482-1279 o en el perfil de Facebook: Huellitas Guatemala.

Además, Adopta una Mascota también realizará otra feria de adopciones en el Cerrito del Carmen.  Pueden encontrar más información en la fanpage de Facebook: Adopta una Mascota

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